Provincia de Cádiz

Trabajar a costa de todo lo demás

  • Hay casi 20.000 mujeres gaditanas más en paro que hombres La diferencia salarial ha ido creciendo desde hace más de una década Conciliar sigue siendo un reto

Celebrar hoy el Día Internacional de la Mujer es, para muchos, señalar con el dedo algo que no debería ser señalado. Dejar de celebrar el 8 de marzo sería el síntoma más evidente de que la relación laboral entre ellos y ellas es normal. Pero, precisamente, su celebración denota que la realidad no dice eso.

La realidad en la provincia de Cádiz dice que, si el paro es su principal lacra, lo es más entre las gaditanas. Dice que, si el salario medio de los hombres no es muy alto, el de las mujeres es de los más bajos. Y, además, está la conciliación. Algo que está recogido por Ley "para fomentar la asunción equilibrada de las responsabilidades familiares, evitando toda discriminación basada en su ejercicio", en la práctica, lleva a muchas mujeres a tener problemas en sus empresas.

Los datos dicen que, por ejemplo en los del paro registrado del pasado mes de febrero (Ministerio de Empleo), en la provincia de Cádiz había un total de 101.594 mujeres demandando un empleo. En el mismo mes, los hombre en busca de trabajo eran 82.592.

Por simple lógica de población, es Jerez el municipio gaditano con más parados y más paradas. Pero, una vez más, ganan ellos: en febrero hubo 14.397 desempleados, mientras que fueron 18.784 mujeres sin trabajo. En paro masculino le sigue la capital gaditana, con 7.412 parados, mientras que fueron 8.769 las mujeres sin empleo. En tercer lugar, Algeciras, sumó 6.767 hombres buscando un puesto de trabajo, mientras que en la misma ciudad eran 9.159 las mujeres paradas.

Otro asunto es lo que ganan. Según datos de la Agencia Tributaria (ejercicio de 2014), el salario medio anual de un trabajador en la provincia de Cádiz fue de 17.673 euros, teniendo en cuenta que el salario medio en Andalucía fue ese año de 16.111 euros anuales. Sin embargo, el salario medio anual de la mujer en la provincia se quedó en los 12.364 euros, mientras que la media andaluza fue de 12.223. Es decir, la diferencia entre lo que ganan hombres y mujeres en Cádiz (al menos hasta 2014) era de más de 5.000 euros al año. Además, en el caso de las trabajadoras, su sueldo anual fue el séptimo más bajo de toda España.

Un dato más. Según estas mismas estadísticas de la Agencia Tributaria, la brecha salarial en la provincia de Cádiz no ha hecho sino incrementarse. Así, el salario medio anual de la trabajadora gaditana era en el año 1999 de 8.000 euros. Por contra, el del hombre, llegaba a los 12.100 euros. Es decir, una diferencia de 4.400 euros. Transcurrido el tiempo, 15 años después, la diferencia no ha hecho sino incrementarse.

Incluso la visión de la patronal es crítica en este sentido. La responsable de la Asociación de Mujeres Empresarias en Cádiz, Nuria Sánchez Perdigones, expone que en la provincia de Cádiz, de todas las mujeres en edad de trabajar, sólo el 41% tiene un empleo o lo busca de manera activa. Esta tasa es mayor en la zona rural (46,7%) que en la urbana (42,1%). Y ofrece más datos. En cuanto a la contratación y puestos de trabajo ofertados en la provincia de Cádiz, detalla que del total de contratos firmados en 2014, el 62,77% se realizaron a hombres y el 37,23% restante a mujeres. "Son claras las grandes diferencias en la contratación por sexo", asegura.

Nuria Sánchez asegura que el único tramo de edad en el que las mujeres tienen mayor tasa de empleo con respecto al hombre es el comprendido entre los 16 y 24 años. En el resto de las edades la mujer sufre una mayor tasa de desempleo, siendo la más notable en el tramo de edad de 35-44 años.

Una última visión procedente de las mujeres empresarias: "no nos podemos guiar por los datos estadísticos ya que no reflejan la realidad de nuestro territorio. Si conocemos la situación de las mujeres en distintos ámbitos se podrán tomar medidas efectivas para conseguir una igualdad real. Y para ello los observatorios de género de las distintas administraciones públicas locales y provinciales deberían ponerse a trabajar. Las mujeres somos madres, hermanas, esposas, hijas, novias… y la sociedad nos ha cargado con un estereotipo que nos marca para que nuestras expectativas personales y profesionales queden siempre en último lugar".

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