Llegar a la factoría de Dragados Offshore, en Puerto Real, es hoy día un ejercicio de satisfacción industrial gaditana. Pese a las críticas, a las exigencias y a los datos del paro, lo cierto es que el nudo que forman los astilleros de Navantia, Dragados y el segundo puente marca un sky line digno de las mejores economías industriales.

Una vez en el interior, los ojos se elevan de forma inevitable: aparecen de forma espectacular dos estructuras que casi se dan la mano (al menos, en altura). El segundo puente y una jacket, una estructura de tubos, tuberías y metal sobre la que se asentará un módulo producción de petróleo. Se llama Mariner y pesa 23.000 toneladas, la mayor nunca construida por Dragados Offshore, y una de las más grandes en su destino final, el Mar del Norte.

La vicepresidenta de Operaciones de Dragados Offshore, Cristina Sanz, explica a este periódico que actualmente este proyecto ya está en fase de finalización, tan sólo a falta de algunos trabajos remanentes de soldadura , además del commisioning (el proceso de ensayos funcionales), además de la maniobra de load-out o embarque sobre barcaza.

La fecha prevista para ese embarque es el próximo 6 de junio y, como explica Cristina Sanz, "vamos en plazo, todo el proyecto ha sido un éxito en ejecución. En materia de seguridad, llevamos 1,9 millones de horas de trabajo sin ni un solo accidente; en calidad, estamos en índices de reparación muy por debajo del objetivo marcado. Desde el principio del proyecto, el cliente (Statoil-Noruega) está muy satisfecho, de hecho nos ha transmitido en numerosas ocasiones la gran impresión que tienen en el desarrollo del proyecto. Nos han dicho que de todo el portfolio que tienen a nivel mundial, somos el mejor contratista en materia de seguridad. Todo han sido felicitaciones". Para lograr que los remates finales también sean un éxito, trabajan aún en el Mariner unos 350 operarios. Un grupo de soldadura en turno de noche, y el resto, de día.

Pedro Ascorbe, presidente de Dragados Offshore, recalca que para su empresa es muy importante haber realizado el proyecto Mariner "llave en mano", es decir, haber realizado la ingeniería, las compras y la fabricación (conocido en inglés con las siglas EPC).

Lo llamativo de esta estructura es que, el día de su marcha, será todo un espectáculo en plena Bahía de Cádiz. Actualmente, la enorme jacket se encuentra tumbada sobre sus lados. Así irá sobre la barcaza hasta su destino final. Pero para colocarla sobre ella (proceso de load-out) será preciso realizar una obra civil que durará entre dos y tres semanas: demoler el terreno que la separa del muelle, además del dragado del área donde se aposentará la barcaza.

De hecho, en estos días, se ejecutan esas tareas para que la barcaza pueda llegar y posicionarse sin problemas. Bajo los enormes brazos del Mariner se han colocado bloques de hormigón, sobre los que hay dos guías a modo de raíles. Habrá que colocar más bloques similares hasta llegar al cantil del muelle y, ya en la barcaza, habrá más guías. Una vez estabilizada la barcaza en el fondo marino (para lo que se ha micropilotado y se han instalado unos bloques pantalla removibles), ya todo será cuestión de artefactos hidráulicos que, desde la barcaza, tirarán de la jacket.

Una vez sobre ella, será transportada hasta el Mar del Norte en un viaje que tardará unos 10 días. Ya en su destino, será posicionada en el lugar preciso e hincada en el fondo marino, gracias a 24 pilotes (seis en cada pata) que se colocarán con martillos hidráulicos. Toda una maniobra de ingeniería.

Cristina Sanz explica que también están muy satisfechos con el otro proyecto, el Vega Pleyade. Más pequeño pero más complejo, ya que han tenido que construir la jacket y el módulo que va sobre ella. "El proyecto Vega Pleyade es una plataforma de gas para Tierra de Fuego, en Argentina, el cliente es Total Austral. Es la primera vez que trabajamos para Argentina, y no hemos tenido problemas. El proyecto ha sido difícil porque era un plazo corto. También es un proyecto EPC, pero la diferencia es que la E (ingeniería) la hemos hecho en Cádiz, en casa, cien por cien en Cádiz. En cuanto a índices de seguridad, igual, cero accidentes. En calidad, ratios similares, muy por debajo del objetivo inicial", explican.

Este proyecto está a punto de acabar, ya que la salida de Cádiz está prevista para el próximo día 16. Su llegada a destino, aproximadamente un mes después.

Cristina Sanz detalla que "la plataforma Vega Pleyade tiene paneles para protegerla del viento en Tierra de Fuego por sus duras condiciones climatológicas". Pero lo llamativo de esta estructura es que "la operatividad de la plataforma se va a teledirigir desde tierra, sólo se accederá a ella para tareas de mantenimiento. Las telecomunicaciones han sido la estrella, pero tiene todos los sistemas, se ha hecho un gran trabajo. El cliente dice que está en los standards más altos de calidad", explica.

Entre ambos proyectos, como recuerda Pedro Ascorbe, Dragados Offshore en Puerto Real ha llegado a emplear en momentos álgidos a casi 2.000 personas (incluyendo plantilla propia y personal de oficina). Actualmente, aún permanecen unos 800 trabajadores.

De cara al futuro, admite que "hay proyectos que están cerca, que se han ofertado y estamos pendientes de recibir noticias de los clientes". Sin embargo, al trabajar esta empresa con clientes que dependen del mundo del petróleo, Ascorbe reconoce que "estamos en un momento no muy bueno en el mundo del petróleo, con cifras del precio del barril de crudo en el umbral de la viabilidad de muchos proyectos en cuanto al coste de producción del crudo, con lo cual esto nos impacta negativamente. Pese a ello hay proyectos que siguen su curso y están en marcha. Estamos a la espera de recibir noticias positivas al respecto en un periodo de tiempo razonable".