Provincia de Cádiz

Sufrir la ley y el contrabando

  • Los estanqueros critican las nuevas medidas a implantar por la UE al considerar que provocarán un enorme perjuicio económico y la consiguiente destrucción de empleos

Las nuevas medidas que pretende aplicar la Directiva Europea de Productos del Tabaco producen un frontal rechazo entre los estanqueros, quienes defienden lo incorrecto de sus argumentos y denuncian los graves perjuicios económicos que acarrearían.

La normativa establecería la prohibición de exhibir las cajetillas de tabaco a la vista del público. Las cajetillas no podrán llevar ningún logo y deberán ser todas del mismo color. Además, fotografías de alto impacto visual cubrirán prácticamente toda la superficie.

José Bermúdez, vicepresidente de la Asociación de Estanqueros de Cádiz, simbolizó con sábanas blancas, en su estanco en la calle Trille, la ocultación a la vista de las cajetillas de tabaco. Para él, esta medida, que obligaría además a una fuerte inversión para cambiar los expositores actuales por otros en los que las cajetillas queden cubiertas, sería "una ruina total para el colectivo". "El cliente tiene derecho a observar lo que compra. Además, un negocio sin visibilidad ¿qué tipo de negocio es?".

De llevarse a cabo el programa, también serían prohibidas las máquinas de tabaco y ciertos aromas y sabores, homogeneizando con ello los diferentes modelos. El colectivo estima que este paso afectaría considerablemente a la producción de tabaco española, que actualmente genera una importante carga de trabajo.

En total, el sector del tabaco produce 55.000 empleos, de los cuales 27.000 son generados directamente por las más de 11.000 expendedurías. "Muchas de ellas, especialmente las de la Sierra, sufren ya de forma acusada las consecuencias del contrabando", se lamenta el representante. "Tenían dependientes que han tenido que despedir, y la mitad no llega ni para pagar el tabaco. A eso se le sumaría las consecuencias de la nueva prohibición".

Según Bermúdez, "se le están abriendo las puertas a los falsificadores y el contrabando". Las asociaciones estiman que ocultar el producto es tratar como delincuentes a los expendedores y fomentar que los consumidores acudan al mercado ilegal pues desean ver el producto que adquieren.

José Bermúdez critica además la pérdida económica que el contrabando provoca al Estado y la poca dureza de las leyes para combatirlo. Explica que los estanqueros, de vender a una persona no autorizada más de cinco cartones de tabaco, "pueden ser sancionados por la Guardia Civil hasta con 12.000 euros. Frente a ello, en el caso de los contrabandistas, para que el tráfico sea delito el valor de los productos ha de ser mayor de 15.000 euros. Si la suma es inferior, tan solo son objeto de una simple sanción gubernativa".

En España, a finales del 2009 el volumen del contrabando se equiparaba tan solo al 3% del total, mientras que hoy en día existe un índice de media de entre el 12 y el 15%. En algunas zonas incluso por encima del 25%. Por ello demanda una actuación más firme contra el mismo. "Somos concesionarios administrativos, recaudadores de impuestos, pero entre la bajada en las ventas y el contrabando el Estado lleva perdidos unos 100 millones de euros".

Para la asociación de estanqueros, la nueva ley, que multiplicaría las posibilidades de sanción en un gremio ya altamente regularizado, se basa además en unos argumentos equivocados. Denuncian que en los países en los que se ha aplicado esta medida, como Canadá o Irlanda, el consumo no se ha reducido, sino incrementado, provocando una fuerte subida del contrabando.

Ante esta situación, los estanqueros europeos han convocado para mañana una concentración conjunta de protesta en la que esperan reunir a medio millón de detallistas de tabaco. En España, el consejo directo de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España leerá un comunicado en un estanco madrileño.

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