Agentes de la Guardia Civil lograron anteayer martes sorprender in fraganti a cuatro personas que se estaban dedicando a cazar aves fringílidas (cuya captura está prohibida en estas fechas) con trampas ilegales en diversas fincas de Alcalá de los Gazules. La Benemérita fue alertada de la presencia de dos vehículos y dos ciclomotores conducidos por cazadores que estaban capturando aves en la zona de la Cañada del Rosal. Así las cosas, los guardias establecieron un dispositivo, interceptando en primer término a un hombre que ocultaba su rostro con un pasamontañas a bordo de un ciclomotor. A esta persona le fueron intervenidas 50 aves muertas (zorzales, petirrojos y currucas, así como cebos para trampas. El cazador, no obstante, se negó a desvelar dónde tenía situados los cepos.

A un kilómetro, los agentes localizaron los dos turismos denunciados en el interior de una nave. Y posteriormente, pudieron interceptar a tres hombres, todos ellos ataviados con prendas de camuflaje, a los que se les intervinieron 111 aves insectívoras muertas y diversos aparejos para la captura ilegal. Los cuatro cazadores sorprendidos pertenecían a una misma familia, natural de Paterna. Y todos han sido denunciados, dando cuenta de ello a Medio Ambiente.