Desde 1999 maneja las cuentas del Ayuntamiento de San Fernando desde la Delegación de Hacienda. Por eso conoce las limitaciones económicas de la Administración local. Más todavía "si nos encargamos de servicios que no nos competen", pero que realizan por cercanía. Ésa, que ahora en la Delegación de la Mujer ha encontrado.

-¿Hay algo básico para la elaboración de unos presupuestos municipales?

-La elaboración de los presupuestos comienza en septiembre o a finales de agosto. Y lo primero es conocer los ingresos de ese ejercicio, si queremos que las cuentas sean rigurosas y, sobre todo, bajar el déficit que arrastra el Ayuntamiento. Que hemos ido reduciendo poco a poco, desde el año 99 que yo llevo en esta Delegación. Porque lo importante es cuadrar los presupuestos. Si no se tuvieran en cuenta los ingresos se produciría un boquete tremendo.

-¿Y cómo se pone de acuerdo con otras delegaciones?

-Me reúno con los delegados para saber las necesidades de cada área. Incluso a algunos les pido que me elaboren sus presupuestos. Para marcar las prioridades, de acuerdo al programa electoral. Al nuestro -el andalucista- y al del Partido Popular, para ejecutar esas promesas durante los cuatro años de mandato. Me da lástima no poder incluir todo lo que solicitan. Yo digo que es como la carta de los Reyes Magos, muy difícil de cumplir. Muchos proyectos son imposibles de asumir. Pero es que además tengo que saber lo que podemos gastar. Eso nos lo dice Intervención con su informe sobre las empresas de servicios públicos porque tenemos que hacer frente a las subidas que ellos marcan, que a veces se corresponden con la subida del IPC (Índice de Precios al Consumo).

-¿Cuál es la clave para no salir mal parado de todo eso?

-Es complicado llegar a un acuerdo, porque el presupuesto es limitado. Hace falta mucho diálogo y mucha paciencia. Somos quince.

-¿No ha tenido problemas al unir las ideas andalucista y popular?

-No, hay muy buena disposición de trabajo. Cada uno quiere hacerlo lo mejor que sabe. Los nuevos aprenden y los antiguos enseñamos. Lo importante es que todos tiremos del mismo carro con un fin, que es que la ciudad progrese.

-¿Qué inversión destacaría entre las que incluyen los presupuestos para 2008?

-Todas son importantes, pero destacaría el alcantarillado. Se ha hecho una parte y se ha metido una inversión muy importante. Hoy por ejemplo (por el jueves) ha llovido bastante y no ha habido ningún problema. La segunda fase del mercado de San Antonio, unas obras de la que los detallistas deben estar orgullosos. La finalización del Parque de la Historia y del Mar, que será uno de los mejores de España. O las obras de mejora de Bahía Sur, para prepararnos para el 2010 y mostrar una buena imagen.

-¿Ha sido fácil trabajar con unos presupuestos prorrogados como les ocurrió el ejercicio anterior?

-No, lo ideal es que no estén prorrogados porque después durante el ejercicio hay que hacer modificaciones de crédito para adecuarlos a las actuaciones de ese año. Provoca más problemas de funcionamiento y técnicos. Pero con voluntad es posible, las cosas se hacen, salen adelante.

-Se le ha visto molesta por la polémica de la subida de impuestos y tasas municipales, como el IBI.

-Es que a los ciudadanos hay que explicarle bien las cosas. El problema, en realidad, está en la subida de la cesta de la compra y en la carestía de la vida. A mí me gustaría que los sueldos fueran dignos, y que la gente no tuviera problemas económicos. Que las jubilaciones también fueran dignas. La cuestión es que se ha querido tapar el problema real formando jaleo con la subida de impuestos y tasas. Nosotros hemos atendido al informe del interventor en el que advertía de un desajuste grande por lo que era necesaria la subida. La política económica del Gobierno central ha sido nefasta.

-Relacionado con el IBI, usted sigue denunciando que hay administraciones que no lo pagan.

-Sí, es injusto que Defensa o la Junta de Andalucía se permitan el lujo de no pagar a administraciones pequeñas como este ayuntamiento. Ellos no cumplen, pero yo tengo que pagar rigurosamente a Hacienda y a la Seguridad Social. Y encima desempeñamos servicios que no nos corresponden pero que hacemos por cercanía al ciudadano, y sin ninguna compensación. No puede ser que nos deban más de dos millones de euros, que la Junta no pague el IBI de las casas que tiene en propiedad y que Defensa no haga lo mismo por los edificios que no están afectos a la Defensa Nacional. Yo voy a seguir reclamando y no nos cansaremos de mandar escritos recordando ese pago y de hablar con quien sea necesario.

-En política las cuestiones de cuentas siempre han sido cosa de políticos y usted lleva en ésas mucho tiempo.

-Siempre he vivido en un mundo de hombres. En la facultad hace 30 años en Económicas éramos pocas mujeres. Pero es que mi madre me educó en un ambiente de igualdad y de superación. Yo nunca pensé que no podía. Me he llevado 9 años en Hacienda, Personal, el Patronato de Deportes y Juventud no creo que haya otro hombre en la provincia que pueda dirigir Hacienda y tres delegaciones más y no se valora..

-Pero ahora la han puesto al frente de la Fundación de la Mujer.

-Estoy aprendiendo mucho. Para mí es un reto. Es una delegación bonita, en la que intentamos ayudar a la mujer, no sólo en cuestiones de maltrato, sino porque muchas vienen sin autoestima o porque tienen problemas para entrar en el mercado laboral. Mi idea ahora es ampliar las actividades para que se sientan útiles, que vean que pueden aportar y ayudarnos, impartiendo talleres de todo tipo.

-¿Sigue haciendo falta en esta sociedad una fundación así?

-Hasta que no me he involucrado en la Delegación no me he dado cuenta de la discriminación que sufren muchas mujeres. Por ejemplo, muchas cobran menos que los hombres a pesar de desempeñar el mismo trabajo.