El rey Juan Carlos volvió ayer al circuito jerezano, cuatro años después de su última visita. Aunque lo hizo a "título privado" dada su condición de monarca emérito, su presencia fue bien visible a lo largo de la mañana y en nada se diferenció de cuando ejercía de Jefe del Estado. De hecho, fue recibido por las autoridades y gerifaltes del Mundial de Motociclismo, se paseó por el circuito en un carro de golf del club de Montecastillo, saludó a los pilotos de Moto GP en el 'pit-lane' y entregó, finalmente, el catavino de la victoria a Jorge Lorenzo.

En declaraciones a este periódico, Don Juan Carlos apuntaba: "Estoy muy contento de volver a estar aquí. Encantado siempre de venir". Su intención no era otra: "Hay que apoyar a los nuestros".

El Rey hacía su aparición por el circuito en torno a las diez y media de la mañana y era recibido en el edificio principal del circuito por el delegado de Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el consejero de Turismo y Deporte, Luciano Alonso, la alcaldesa, María José García-Pelayo, el consejero delegado de Dorna, Carmelo Ezpeleta, y el presidente de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), Vito Ippolito.

Y si algo consiguió el monarca emérito es lograr que compartieran fotografía los dos máximos representantes de las administraciones que sufragan que el circo de las dos ruedas siga arribando a Jerez en los primeros días de mayo -Luciano Alonso (por la Consejería de Turismo) y María José García-Pelayo (por el Ayuntamiento)- ya que fuera de agenda se esforzaron por no coincidir. De hecho en el circuito, cada una va por su lado y sus representantes solo se dejan ver juntos cuando lo marca el protocolo o cuando lo requiere la a veces olvidada lealtad institucional. Así, el viernes, el delegado de Gobierno en Andalucía y el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, comparecieron juntos por la puesta en marcha del dispositivo de tráfico y emergencias, instantánea que se repitió en la tarde de ayer pero con el delegado de la Junta en la provincia, Fernando López Gil, como representante de la administración autonómica. Pero los encuentros entre el consejero de Turismo y Deporte y la alcaldesa se han limitado a la recepción al Rey Don Juan Carlos y al podio en la entrega de premios.

Eso sí, a pesar de la cortesía institucional y la necesidad de entenderse, uno y otro han aprovechado para lanzarse dardos. El sábado el consejero Alonso reclamó que se hicieran mejoras en el circuito, especialmente con el asfalto, y sugirió que el Ayuntamiento no se inmiscuyera en las negociaciones con Dorna. Mientras, la alcaldesa volvió a exigir que la aportación de la Junta al canon sea mayor - "tiene que retratarse con Jerez", llegó a decir-. Las formas se guardan por exigencias del protocolo cuando están juntos pero el conflicto partidista siempre está latente en cada Gran Premio.