El Teatro Principal de la localidad vivió en la noche del pasado viernes un curioso fenómeno colectivo, en el que por unas horas quedó convertido en el templo taurino de La Maestranza de Sevilla para rendirse ante la figura del torero puertorrealeño, Juan García "Mondeño", en el 50 aniversario de su alternativa como matador de toros. Un acto que debido a su importancia y magnitud sentimental fue cuidada con mimo por la tertulia taurina local, Cambio de Tercio, que fue la encargada de organizar el mismo.

Este acontecimiento, que respondió a las expectativas creadas, sirvió para rememorar en un emotivo flas-back, el citado 29 de marzo de 1959, en la que Mondeño apadrinado por Antonio Ordóñez y con Manolo Vázquez como testigo, dio muerte al toro Cañamazo de la gandería Martín Guerra, en la festejada efemérides. Muchos de los que pudieron presenciar dicho episodio en la capital hispalense, tuvieron la oportunidad de repetir la experiencia medio siglo después con la presencia del maestro de la Villa, que se desplazó para la ocasión desde tierras francesas donde actualmente reside.

Ni que decir tiene que el Principal quedó pequeño y con mucha antelación al evento se colgó el cartel de no hay billetes. Hay que indicar que las invitaciones que se repartieron para acudir a éste, fueron una réplica de la entrada de hace 50 años. Igualmente, para crear ambiente el público asistente fue recibido en el hall del teatro por jóvenes vestidos de corto y de trajes de faralaes que repartieron reproducciones del cartel de la alternativa en el coso sevillano.

La primera de las suertes que contó el acto, fue musical, y lo protagonizaron los componentes de la Masa Coral Puertorrealeña conjuntamente con músicos de las dos bandas locales, interpretaron varios pasodobles como Puertorrealeña y Juan García "Mondeño", ambos fueron cantados por los presentes, ya que forman parte de la historia colectiva de la ciudad. Tras el preámbulo musical, comenzó la entrevista al diestro, que fue conducida a la limón por los periodistas taurinos Luis Rivas y Jerónimo Roldán. Ante las cuestiones planteadas, Mondeño se mostró sincero, humano y no rehuyó a ninguna haciendo gala a la elegancia de la que siempre goza. Juan disertó sobre sus vivencias como torero y explicó las diferentes razones por las que se adentró en este mundo y las diversas decisiones importantes que adoptó durante su trayectoria. Una charla que tuvo un impás donde se dio paso a la poesía que puso los integrantes de la Tertulia Poética Luis Pérez Agüera de la población. En el evento, el homenajeado además del cariño de todo el público , recibió una plumilla de La Maestranza del artista local, Juan Medina, así como una escultura y la reproducción del cartel de la tarde revivida. Sin duda a sus 75 años, Mondeño cuajó en su pueblo natal una de sus mejores faenas, que le hace ser profeta en su tierra.