Tres días después del hallazgo del cadáver de Manoli en su vivienda de la Casa Micolta de la calle Real de San Fernando la Policía Nacional tenía claro que Miguel era su hombre. La Científica fue capaz de aislar huellas de dos personas en el lugar donde apareció el cadáver: las de Manoli, y las de Miguel. Así que en apenas 72 fueron capaces de localizar cotejando las huellas que tenían en sus archivos por dos denuncias previas por agresiones y desde ese momento, y hasta su detención este pasado lunes, no le han perdido de vista.