El Congreso no impedirá que Navantia intente firmar con Arabia Saudí el contrato por el que se construirían cinco corbetas entre los astilleros de la Bahía de Cádiz y Ferrol. Pese a que esta idea partía de base en el debate de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Cámara Baja, la proposición inicial que planteaba ERC quedó modificada con una propuesta transaccional del PSOE por la que desaparecía del texto cualquier mención a dicho contrato. Esto propició que se sumaran al apoyo los 8 representantes de Podemos y sus mareas, más los de Democràcia i Libertat, PNV y el grupo mixto. Los cinco representantes de Ciudadanos se abstuvieron y los 15 del PP votaron en contra. Al final, 23 votos a favor lograron sacar adelante un texto en el que sencillamente se insta al Congreso a denegar las autorizaciones para transferir armas a las partes implicadas en el conflicto de Yemen.

Inicialmente, la diputada del grupo independentista catalán, Ana Surra, sí planteó en su intervención la censura al contrato con Navantia: "Hoy votamos si pesa más el negocio armamentístico y los puestos de trabajo de quienes fabrican bombas y barcos militares o las miles de personas que sufren las consecuencias", dijo en la sesión. Incluso, la representante de Podemos, Ángela Ballester, se pronunció en sentido parecido, aludiendo a la enorme importancia de que "Cádiz sea la zona con más paro de Europa", pero colocando por encima el drama de Yemen. A su lado escuchaba la diputada morada por Cádiz, Noelia Vera. Finalmente todo esto quedó en nada al aceptar el grupo proponente, ERC, la enmienda socialista que, de esta manera, evita que el Congreso tenga que pronunciarse acerca del controvertido contrato.

Tras finalizar la comisión, el diputado socialista por Cádiz, Salvador de la Encina, valoró el trabajo realizado por su grupo y aseguró que "no podíamos votar el texto de ERC; por coherencia estamos de acuerdo con todo lo que se refiere al respeto internacional a los derechos humanos, pero dijimos al grupo proponente que no podía citarse a Navantia: hablamos de 3.000 empleos y cinco años de trabajo".

Sobre este asunto quiso hablar también ayer el presidente del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Antonio Noria, puesto que sería en este astillero donde se construirían las cinco corbetas. El sindicalista calificó de "sorprendente que sea ahora, cuando se está hablando de construir las corbetas por parte de Navantia, cuando se produzca una movilización general de los grupos parlamentarios en torno a la compra de armas por parte de Arabia. Ojalá no se venda ni un cartucho nunca, no ahora, pero esto debe partir de un acuerdo a nivel de la Unión Europea, no del Congreso español". Noria insistió en que seguirán defendiendo la actividad de construcción civil en los astilleros, pero recalcó que "nos resulta curioso que ese debate acerca de la venta de armas emerja precisamente ahora".

Por otra parte, Salvador De la Encina aprovechó ayer la ocasión para volver a referirse al debate en torno al plan industrial que regulará el futuro de Navantia en los próximos cuatro años. Acerca de ello, el diputado socialista afirmó "tener constancia" de que el Gobierno "tiene metido en el cajón este asunto, concretamente por la directriz marcada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro".

Añadió el diputado por Cádiz que "se ha dicho que sí hay negociaciones con los sindicatos, y simplemente lo que hay son unas líneas generales que no dicen nada. Existe un claro conflicto entre la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, accionista mayoritaria de Navantia) y el Gobierno, que ha llevado a que Montoro diga que ese plan supondría una inversión que el Ejecutivo no se puede permitir. Está metido en un cajón, no el plan industrial, sino el inicio de una negociación para ese plan", concluyó.