Partido Popular e Izquierda Unida retomaron el pasado mes de diciembre las conversaciones encaminadas a formar una coalición que, previa presentación de la imprescindible moción de censura, les permita acceder a la alcaldía de La Línea en detrimento del actual equipo de Gobierno que forman los partidos Socialista y Andalucista.

La adhesión a dicho pacto del ahora concejal independiente Pepe Infante -indispensable para que ambas formaciones puedan disfrutar de la necesaria mayoría- se da por hecha en el seno del PP, con el que el edil concurrió a las últimas elecciones y del que se distanció por discrepancias con el entonces número uno de la formación, Alejandro Sánchez, quien desde que fue nombrado director del gabinete del Secretario de Estado de Seguridad permanece ajeno a la política local.

Este periódico desveló en su edición del 23 de octubre de 2012 la incorporación del exalcalde José Antonio Fernández Pons a la comisión bendecida por el presidente provincial Antonio Sanz para reunificar un Partido Popular con demasiadas tensiones internas.

En ese mismo artículo se explicaba que el segundo de los objetivos del colectivo, una vez hubiese comenzado a restañarse, era ejercer una oposición que hasta entonces sus miembros consideraban inexistente. De eso hay pruebas numerosas desde entonces. El cuarto y último era descabalgar de la alcaldía a la socialista Gemma Araujo, por cuanto entendían que estaba llevando la ciudad a un callejón sin salida.

Ya por entonces PP e IU mantuvieron reuniones extraoficiales, que éste se apresuró a aclarar a las pocas horas de la aparición de la mencionada información: "No hay contactos, pero estamos abiertos al diálogo y a puntos de encuentro por el bien del municipio", decían.

Esas relaciones, lejos de enfriarse con aquel comunicado, han ido caldeándose con el paso del tiempo y han alcanzando su punto más alto en las tres últimas semanas.

Los decisiones de los gobiernos central y autonómico que permiten augurar una mejora en la economía de la ciudad no han hecho sino acrecentar el sentimiento de que ambas formaciones tienen en su mano el acceso a las vías para despejar el horizonte del Consistorio, ya que los populares gobiernan en Madrid e Izquierda Unida lo hace -en unión del PSOE eso sí- en la Junta de Andalucía.

Según hacen públicos unos y otros en reiterados comunicados esa agilidad en la gestión contrasta con lo que consideran una inactividad total por parte de Araujo a la hora de conseguir ingresos. un aspecto por el que le han hecho continuos reproches en los últimos días.

En el mes de diciembre se han producido dos encuentros entre los partidos que analizan la posibilidad de dar un giro radical a lo que resta de candidatura. Al primero, que se convirtió en una exposición de voluntades, acudieron los dos concejales de la formación de izquierdas, Ceferina Peño y Javier Menéndez, así como los dos máximos responsables populares en estos momentos: Eloy García Moreno y José Antonio Fernández Pons.

El pasado jueves día día 27 se produjo una nueva reunión, que además tuvo como escenario la sede del Partido Popular en La Línea. Menéndez se hizo acompañar en esta ocasión por Eloy Zalacaín, mientras que Fernández Pons ejerció de anfitrión junto a dos exconcejales, Juan Montero y Francisco Muñiz.

Una y otra parte han quedado citados para la próxima semana y la finalidad no es otra que conseguir una postura común que obligue a que la vara de mando municipal cambie de manos, a ser posible, antes de que finalice el primer trimestre del presente 2013.