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Provincia de Cádiz

Navantia prevé un futuro sin cierres ni despidos

  • Insiste en su capacidad para lograr carga de trabajo, abrirá la opción de contratos civiles y una reorganización que logre ahorrar unos 120 millones El comité habla de plan "irreal"

Los representantes del comité intercentros de Navantia sabían que, poco más o menos, ayer escucharían de boca del presidente de la empresa, José Manuel Revuelta, lo que finalmente escucharon. Pero necesitaban oírlo.

Y ayer lo hicieron. Revuelta adelantó a los representantes sindicales de los astilleros españoles, encabezados por el isleño José Antonio Oliva, los planes de la empresa estatal de construcción naval para los próximos cuatro años: el plan estratégico de Navantia 2014-2018, un documento que no será oficial hasta mañana, cuando lo conozca el consejo de administración. El anticipo de ayer a los portavoces sindicales sirvió, al menos, para llevar la tranquilidad inmediata a cada una de las factorías ya que, en palabras de Revuelta, "Navantia tiene futuro, sin cierre de centros y sin despidos". Pero, claro está, para los sindicatos, este plan de futuro es papel mojado, es "irreal", como dijo ayer Oliva, sin una carga de trabajo definida para comenzar a plasmar la nueva estructura. Navantia dijo ayer, a través de su presidente, que la empresa tiene futuro, aunque "debe acometer transformaciones para ser más competitiva". El objetivo, según indicaron ayer fuentes de la compañía, es "lograr esas transformaciones sin necesidad de redimensionar la compañía". 

 

La mayor preocupación de la empresa, expresada reiteradamente en el documento, es lograr carga de trabajo a corto plazo, a los que se están dedicando todos los esfuerzos, indica la empresa. De hecho, Navantia destaca que, en lo que va de año, ha presentado 111 ofertas para concursos en 32 países distintos, más del doble que en todo 2012. 

 

En la exposición del documento, que la empresa pública ya no llama plan estratégico, sino "documento de trabajo para el futuro de Navantia 2014-2018", se abren nuevas vías de cara a la contratación. Así, la empresa ya habla alto y claro de iniciar una nueva forma de aspirar al éxito en los concursos internacionales, no sólo en la vía militar, sino también en la civil.

 

En este sentido, hay que recordar que las limitaciones impuestas por Bruselas a Navantia finalizan en diciembre de 2014. Por poco que entre un pedido a comienzos de año, la empresa estaría en disposición de poder acometerlo sin problemas.  En total, entre todas las medidas, la intención del presidente Revuelta es poder lograr un ahorro de entre 100 y 120 millones de euros.

 

Por su parte, los representantes de los trabajadores saludaron ayer que el documento presentado parte de la premisa de "mantener todos los centros de trabajo, el empleo y la unidad del grupo", aunque temen que "pueda quedar en papel mojado si no se sustenta en carga de trabajo". 

 

Según explicó ayer a Europa Press el presidente del comité intercentros, José Antonio Oliva, han sido dos horas de análisis de diagnóstico interno y externo y de análisis de mercado, centrándose en las 60 acciones que participa el documento de trabajo. La mayoría de estas acciones son de carácter interno y van en la línea de "mejorar la cultura de costes, mejorar la gestión de las compras, estandarizar nuestra ingeniería para que seamos más útiles y más prácticos a la hora de elaborar proyectos, así como en analizar el mercado para hacer proyectos en paralelo al propio mercado". 

 

También persiguen estas acciones "una transformación profunda de la compañía en cuanto a la cultura de costes", hablándose en este punto de seguir negociando el marco laboral en la línea actual "para llegar a una cultura de mejorar la productividad y la flexibilidad, principalmente a escala de los trabajadores". 

 

Destacó que el presidente de Navantia ha dejado claro que todo se basa "en una premisa fundamental: en la unidad de Navantia como grupo. Somos y todo y la salvación de Navantia es todos juntos".  Pero los representantes de los trabajadores ven el "problema" en la situación financiera de Navantia, ya que no tienen claro "cómo se va a sustentar en el próximo tiempo", pues todo esto se anuncia "sin la carga de trabajo correspondiente", principalmente en el área de nuevas construcciones. Por ello, esperan que después de que el documento se presente el miércoles al consejo de administración de Navantia, se les haga llegar una copia para que puedan "estudiar en profundidad" este aspecto que les "preocupa". 

 

En cuanto a la carga de trabajo, Oliva comentó que el presidente de Navantia les ha asegurado que "esperan tener carga de trabajo antes de final de año". Volvieron a hablar de los gaseros, Pemex y los contratos pendientes que hay en el exterior.  Sobre los gaseros, Revuelta insistió en que siguen trabajando con el Gobierno y "en breve podría haber noticias positivas". En cuanto a Pemex, ha dicho que "se van resolviendo los temas" y también podría haber noticias "relativamente pronto", aunque no dio más detalles. 

 

Respecto a los contratos que tratan de conseguir en Australia, Turquía o Qatar, trasladó a los representantes de los trabajadores que están "muy maduros" y que podrían cerrarse a lo largo de 2014, año al que Revuelta se refiere como "el desierto que tenemos que atravesar". Según Oliva, "se pretende llegar a 2015 para producir una proyección hacia el futuro de Navantia". 

 

Finalmente, los trabajadores entienden que el discurso es "positivo", pero temen que todo pueda quedar "en papel mojado" si no se sustenta en carga de trabajo, insisten. Por ello, seguirán adelante con la movilizaciones, como la convocada mañana miércoles ante la sede de la Sepi en Madrid. 

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