El astillero de Navantia Puerto Real quiere que su actividad sea conocida por los más jóvenes de la localidad, acercando el trabajo diario que se realiza en la factoría de Matagorda a los centros educativos. Por ello, este lunes arrancaba una nueva iniciativa que se ha incluido en el especial programa de actos y actividades que la empresa naval ha puesto en marcha para celebrar los 140 años de la creación del Dique de Matagorda.

Han sido los alumnos del CEIP Reggio los que han estrenado un ciclo de charlas adaptadas a escolares de entre diez y doce años, que a lo largo de esta semana se va a repetir en otros centros educativos como Juan XXIII, La Salle, Bahía, Trocadero o el Colegio Río San Pedro, entre otros.

Uno de los objetivos que Navantia Puerto Real se marcó con la celebración de este 140 aniversario fue el de recuperar la unión entre el astillero y los vecinos de la Villa, y que los niños y niñas conociesen la importancia del astillero para la zona, los trabajos que en él se realizan, así como pinceladas de su historia.

Para ello se ha contado con un grupo de voluntarios de entre los trabajadores de la factoría que están visitando a los alumnos de sexto de Primaria. Este lunes la actividad comenzó con una introducción histórica sobre los orígenes del astillero, desde su creación hace 140 años hasta la actualidad, y también un repaso sobre las creaciones más significativas de la factoría, desde el Joaquín del Piélago (primer barco construido en Puerto Real) a los petroleros Suezmax que ahora se fabrican.

Las explicaciones de los trabajadores de Navantia, en el caso de ayer, Noemí Jiménez y Antonio Castro, se acompañaron de la proyección de vídeos e imágenes. Además, gracias a la colaboración del Museo histórico El Dique, los escolares pudieron formar tres puzzles de barcos con el que se quería transmitir la idea de que “en el astillero se trabaja entre todos para construir los barcos pieza a pieza”.

También los pequeños plantearon dudas sobre el funcionamiento del astillero y, especialmente, sobre si se fabrican barcos de guerra o en que trabajan una vez que se han construido. Los pequeños, que se mostraron muy interesados por el asunto y también contaron historias familiares relacionadas con los astilleros, recibieron una gorra como obsequio.