Navantia dice adiós a los tradicionales números rojos de los astilleros públicos españoles. El grupo público, creado en marzo de 2005 a partir de Izar pero dedicado al 80 por ciento a la fabricación de buques militares, presentará unos 200.000 euros de beneficios en el ejercicio de 2007, según confirmaron ayer fuentes oficiales del grupo. La cifra exacta está pendiente de la presentación que de ellas haga la SEPI. Navantia agrupa a centros de la antigua Bazán y de los Astilleros Españoles: estos últimos no consiguieron beneficios en las últimas décadas de su existencia y 1985 fue el último año en que Bazán presentó un buen resultado. Izar nunca los tuvo en corta vida.

La razón de los beneficios no es otra que los buenos contratos militares obtenidos durante el año pasado. Navantia, integrada por los centros de Ferrol, Fene, Cartagena, Matagorda, San Fernando y Cádiz, sí está resultando ser una empresa competitiva en tecnología militar, está consiguiendo buenos contratos en casi todos los continentes y, además, se le permite que el 20 por ciento de su facturación sea civil. Esta última se concentra, prácticamente, en el astillero de Puerto Real, donde en la actualidad se construye el casco de un buque quimiquero para Vulcano y tres ro-ro para Trasmediterránea. Sobre los beneficios hay que hacer otra consideración positiva, y es que el grupo ya no recibe las ayudas directas del Estado que llevaron a la segregación de Navantia por imperativo de la UE. En el año 2006, el grupo obtuvo unas pérdidas de 35 millones de euros y el anterior, 128 millones de euros.

Aunque las ayudas directas ya están prohibidas, Navantia si se ha beneficiado de los encargos de la Armada española; entre éstos, el nuevo portaaeronaves, para Ferrol, y el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) y los dos BAM que se construyen en Puerto Real. Además, ha entregado varias lanchas a Australia y está inmerso en un programa de ocho buques para Venezuela, cuatro oceanográficos BAM y cuatro buques de vigilancia de la zona económica. También está en buena posición para tres concursos internacionales. Uno con Turquía, para la construcción de seis submarinos; otros con Qatar, para seis patrulleras de altura, y uno más con Sudáfrica. Con la cartera de pedidos, valorada en 6.100 millones de euros, Navantia tiene trabajo asegurado hasta 2011, si bien es previsible una caída de la construcción civil por la competencia china, cuyo nuevo megaastillero comienza a funcionar ya