La fatalidad quiso que el mismo día que tenía que iniciar su trabajo como operario en planes de empleo provinciales se precipitara al vacío desde una altura de entre seis y ocho metros, perdiendo la vida como consecuencia del golpe. Un vecino de Bornos ha resultado esta mañana de lunes muerto tras precipitarse desde una azotea al suelo antes de dirigirse a su trabajo, que arrancaba a las ocho de la mañana, en el mismo municipio.

El hombre, de 59 años de edad, casado y con hijos, acudía a un inmueble de un familiar, situado en la calle Setenil, para recoger unos enseres o herramientas que precisaba, según fuentes policiales. Por causas que se desconocen, el fallecido se precipitó desde lo alto de una terraza o techo al vacío, cayendo a los patios de otros pisos situados en la calle Arcos, recibiendo un fatídico golpe, que le provocó la muerte una vez ya ingresado en el hospital Virgen de las Montañas, en Villamartín.

Fue la Policía Local de Bornos, junto a la familia del fallecido, la que inició un dispositivo de búsqueda tras dar la voz de alarma el encargado de los trabajos, que echó de menos al hombre, quien debía personarse a las ocho de la mañana para iniciar su labor, dentro de los planes de empleo previstos.

En este proceso, el dispositivo de búsqueda halló primero la comida y las herramientas del hombre en la casa del domicilio de la calle Setenil, que está cerrada y en la que no habita nadie, a donde habría acudido el fallecido para recoger los enseres antes de ir a trabajar. Tras esta primera inspección ocular se localizó al hombre, sobre las 10.20 horas, aún con vida y tendido en el suelo, en los patios de unos pisos de la calle Arcos, donde había caído. Estuvo consciente y hablando, según testimonios presentes. Tristemente fallecía después en el hospital como consecuencia del golpe.