Pilar Morillo, profesora de francés desde hace once años en el Instituto Pedro Muñoz Seca, uno de los centros educativos con mayor tradición de El Puerto, falleció sobre las dos de la tarde de  ayer en el hospital Puerta del Mar de Cádiz después de haber sufrido un atropello la víspera en la Ribera del Marisco, cuando atravesaba un paso de peatones a la altura de la calle Javier Burgos a las 16,30 de la tarde, según informó la Policía Local. 

El suceso se produjo por una fatalidad, ya que la furgoneta que la atropelló no circulaba a gran velocidad y, al parecer, la falta de visibilidad por el sol sobre el parabrisas, impidió al conductor, que fue sometido a una prueba de alcohol que dio negativo, ver al peatón atravesando la calle, ya que, además, se trata de un paso de peatones con la pintura levantada y situado en un lugar peligroso. La víctima estaba dando su habitual paseo vespertino y escuchaba música con auriculares en el momento del impacto.  El golpe fue mortal, ya que alcanzó de lleno la cabeza. Ningún otro hueso del cuerpo resultó fracturado. 

Los servicios sanitarios ya no pudieron hacer nada por reanimarla cuando llegaron al lugar de los hechos. Primero fue trasladada al hospital Santa María de El Puerto y, de ahí, fue enviada al hospital Puerta del Mar, ya en situación próxima a la muerte cerebral, incompatible con la vida.

La noticia del gravísimo accidente causó ayer por la mañana una enorme conmoción en el instituto donde estaba destinada desde el año 2003 y donde había sido referente de las clases de francés para cientos de portuenses durante todos estos años. Sus compañeros, que acudieron casi en su totalidad a despedirla al hospital antes de que fuera trasladada al tanatorio de Sevilla, destacaron que  era "una gran profesional, muy servicial y muy detallista. Siempre estaba dispuesta a echar una mano igual a los alumnos que a los compañeros. Una mujer simpática y divertida que contagiaba su espíritu alegre". Sus familiares, que llegaron a Cádiz desde distintos puntos de Andalucía, resaltaban su espíritu viajero, que no le impedía gran cercanía con la familia. 

Pilar Morillo había nacido en en Fuenteovejuna (Córdoba) y estudió la carrera de Filología en la especialidad de Románica en Sevilla. Su primea experiencia laboral la desarrolló en el extranjero, marchándose a París a principios de los 80 para trabajar de lectora y profesora de español. Regresó a España para dar clases en Galicia. Después volvió a Andalucía, donde obtuvo su primera plaza en Marchena al sacar las oposiciones de profesora de bachillerato antes de lograr destino definitivo en El Puerto, donde ya tenía fijada su residencia.  

Pilar Morillo había donado todos sus órganos y será enterrada hoy en Sevilla.