Provincia de Cádiz

Juzgados cuatro hermanos por agredir a policías locales linenses

  • Comienza en Algeciras el juicio por un enfrentamiento en julio de 2002 que acabó con 10 heridos

La sección algecireña de la Audiencia Provincial comenzó ayer el juicio a cuatro hermanos acusados de supuestamente provocar un altercado en la barriada de Mirasierra de La Línea. Allí se produjo en julio de 2002 un enfrentamiento entre la Policía Local y miembros de una familia que acabó con cinco personas detenidas y diez heridas. Cuatro de los cinco detenidos comparecieron ayer como acusados. No pudo hacerlo J. R. L. porque ya falleció.

El Ministerio Fiscal y la Acusación Particular coinciden en solicitar para los tres hermanos (R. C. R. L., F. J. R. L. y A. R. L.) dos años de prisión por un delito de atentado a la autoridad, aunque la petición a uno de ellos se eleva hasta los tres por ser reincidente. A la hermana (Y. R. L.) se le pide un año de cárcel por un delito de resistencia. Además, la acusación añade a la última un delito contra la salud pública por el que le pide tres años y medio. A su vez, los acusados denunciaron en otro procedimiento a los agentes de la Policía Local por haberse sobrepasado en su actuación, pero ese asunto quedó archivado.

Como sucedió en las horas posteriores a los hechos, las versiones difieren completamente sobre cómo se originaron los incidentes. Los policías declararon que se iniciaron cuando dos de ellos pararon a los ocupantes de una motocicleta que invadió una zona peatonal para requerirles la documentación. Uno de ellos aseguró ayer que en ese momento vio cómo una mujer vendía papelinas a un hombre que le pretendía pagar con un reloj dorado.

El agente explicó que dejó la denuncia de tráfico para proceder a la detención de la mujer, que se "resistió activamente". Añadió que cuando iba a introducirla en el coche la mujer arrojó al suelo un monedero en cuyo interior había 16 papelinas de heroína. Contó que antes la detenida gritó hacia una vivienda de familiares para dar la voz de alarma, que en ese momento salieron varias personas y que tuvo que pedir refuerzos. Luego llegaron las agresiones que acabaron con cinco agentes heridos.

Los hermanos ofrecieron ayer un relato bien distinto de los hechos. Y. R. L. negó que vendiera droga y precisó que el monedero lo recogió del suelo cuando se le cayó a su hermano A. R. L., que dijo que fue golpeado y que sufre adicción. Coincidieron que todo arrancó cuando escucharon que uno de sus familiares gritó desde la calle que la Policía Local se quería llevar su motocicleta. Apuntó que uno de los hermanos bajó y ofreció la documentación del vehículo a los agentes, pero que ellos se empecinaron en transportarla. Ambas partes discutieron y uno de los funcionarios solicitó refuerzos y poco después aparecieron quince agentes más, que la emprendieron a golpes con los familiares.

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