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Provincia de Cádiz

La Janda seduce por los cinco sentidos

  • Medina tira de un clásico, las IX Jornadas de Puertas Abiertas, para colgar el cartel de completo en el puente Conil estrena la I Ruta del Retinto, todo un éxito culinario

Los seres humanos somos animales antagónicos por naturaleza. Nuestras debilidades nos hacen fuertes. Nuestros miedos, valientes. Nuestras incertidumbres abren paso a decisiones firmes. Igual nos sentimos atraídos por lo nuevo que sabemos apreciar el encanto de lo añejo. Anhelamos experimentar sensaciones arriesgadas sin perder de vista la rutina mecánica. Somos antagónicos, y también complejos por naturaleza.

Algo tan sencillo como la llegada de un puente festivo nos hace plantearnos varias opciones en la cabeza: ¿Viajar? ¿Permanecer? ¿Comer? ¿Correr? ¿Ir? ¿Volver? En ese abanico de posibilidades los gaditanos lo tienen harto complicado, porque la provincia ofrece estos días infinidad de atractivos entre los que uno puede decantarse por el dulce hechizo de la tradición o bien apostar todas las cartas al entusiasmo que confiere lo inédito.

En ese sentido, la comarca de La Janda se ha vestido de fiesta como si de una novia se tratase: estrenando ropa nueva y tirando de algo viejo al mismo tiempo. Nos referimos a la inauguración de la primera Ruta del Retinto en Conil y a las Jornadas de Puertas Abiertas de Medina Sidonia, que cumplen nueve ediciones con ésta.

No hay nada más típico que aprovechar el puente de la Inmaculada para acercarse al 'Balcón de la provincia' y abastecerse de los dulces artesanales propios del lugar de cara a la Navidad. Amarguillos, alfajores, roscos y pestiños que no pueden faltar en ninguna mesa anfitriona que se precie, de ahí que convidantes y convidados hayan hecho largas colas durante estas jornadas para adquirir la repostería local.

Colas y aglomeraciones que se han repetido en varios monumentos históricos y enclaves culturales de la localidad con motivo de las Jornadas de Puertas Abiertas, desde el Museo Arqueológico de Medina Sidonia -que se inauguró el pasado jueves 5- hasta la muralla de la Fuente Salada y su entorno -recientemente rehabilitada-, sin olvidar la propia Casa Consistorial o la Iglesia Santa María Mayor La Coronada, entre otros elementos patrimoniales asidonenses. Y todos ellos, de acceso gratuito. Asimismo, varios vecinos han abierto las puertas de sus casas para que lugareños y curiosos visiten los tradicionales patios andaluces, cuyas paredes blancas contrastan con la explosión de color de sus flores.

La oferta local se ha completado además con exposiciones pictóricas, mercadillos, conferencias, actividades infantiles, muestras gastronómicas... Y con un sol que ha apretado durante las mañanas acompañado de un ligero viento de levante que no ha machado en exceso al personal. Medina bien puede colgar el cartel de 'completo'. Sus calles y plazas están llenas de gente: del pueblo, de la Bahía, de Andalucía y de más allá de Despeñaperros. Acentos del norte y del sur entrecruzan conversaciones en los caminos empinados de la Medina profunda.

Bien es cierto que el tipismo jandeño atrae a cientos de turistas en busca de costumbres genuinas que forman parte de la idiosincracia de sus pueblos. Pero esta comarca va mucho más allá. Busca innovación, renovación, porque quiere seguir siendo lugar de referencia para los amantes de lo exclusivo.

La Janda seduce por los cinco sentidos: su monumentalidad recrea la vista; impresiona al tacto su extenso campo labrado por manos curtidas; olfato y oído se rinden por igual ante la inmensidad de su mar; y el gusto... el gusto es la esencia. Por la boca es por donde los jandeños están conquistando a los turistas más exigentes.

En este apartado, Conil juega un papel fundamental en el protagonismo creciente de la gastronomía de La Janda más allá de los límites de la provincia, pues además de su exquisito atún de almadraba o de la buena reputación de los productos de su huerta, los hosteleros de la localidad están intentado posicionar en el lugar que se merece a la carne Retinta -procedente del ganado vacuno autóctono de la zona- a través de un nuevo evento culinario: la I Ruta del Retinto, que se está celebrando a lo largo de todo este puente.

De momento sólo se han sumado a esta cita gastronómica trece establecimientos, si bien se espera que en próximas ediciones el número de participantes se incremente, habida cuenta de la buena acogida que está teniendo esta iniciativa que recomendamos tanto a los devotos de la carne como a los agnósticos de la misma, porque el Retinto es punto y aparte.

Sublime sería un buen calificativo para definir la especialidad que ofrece estos días Ancar Pollo, uno de los restaurantes adheridos a la ruta. Su gerente, José Antonio Trujillo, nos aclara que se trata de un "tournedo de Retinto perigourdine con muselina de patata trufada y setas del tiempo", un capricho para las papilas gustativas. Trujillo es un chef que ha trabajado durante 23 años en Marbella cocinando para la casa real de Arabia Saudí; hace cinco años decidió montar un negocio en su Conil natal; y en breve planea abrir un nuevo local en Irlanda. Es un maestro de los fogones al que le sobran ganas y fuerzas para sacar adelante diferentes proyectos. No es de extrañar entonces que se haya sumado al primer itinerario retinto conileño, ya que entiende que "este tipo de eventos mueve mucho al público, que sale a la calle a comer a pesar de la crisis".

Y si de expertos va el tema, es imposible no hablar del mítico restaurante-hotel Blanco y Verde. En su interior, José Trujillo, el dueño, se encarga de la parrilla mientras que Antonia Moreno, su esposa, maneja seis sartenes a la vez. "Le estamos dando mucha salida a la carne Retinta", declaran ambos. En una carta especial aparecen estofados, solomillos, chuletones, carpaccios, brochetas... "Todo con la carne de aquí, de La Janda". El aroma de los platos que sirven los hijos del matrimonio inunda los salones, donde no hay ni una mesa libre. "Desde luego que esta ruta le da vidilla al sector, esto nos va a permitir acabar el año muy bien", confirman.

Bajando hacia el paseo marítimo, hacemos una última parada en Casa Manolo, un establecimiento que ha optado por elaborar varias tapas con el ingrediente estrella a precios muy económicos. Solomillo al fuet, churrasco al cítrico, taquitos a la barbacoa, canelones, entrecot... son algunas de las recetas de este negocio, cuyo responsable, Manolo Leal, dice llegar a media tarde con "muchos productos agotados".

En definitiva, La Janda está para comérsela, visitarla y disfrutarla. El puente de la Inmaculada está siendo una excusa perfecta para seguir conociendo una comarca atractiva que casa a la perfección los antagonismos del complejo ser humano.

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