"Os veo a todos un poco asombrados. La verdad es que ha sido una bomba totalmente controlada, pero que conocía muy poca gente". La socialista Irene García se dirigía ayer así a los informadores poco antes de dar a conocer públicamente en rueda de prensa su renuncia como alcaldesa de Sanlúcar, cargo que venía ocupando desde hacía más de seis años.

La también secretaria provincial del PSOE, que mantendrá su puesto de concejala en el Ayuntamiento sanluqueño y continuará ejerciendo de portavoz socialista en la Diputación, dijo haber tomado la decisión "muy meditada" de dimitir "hace ya meses", si bien "se materializa ahora porque entiendo que es el momento adecuado". Con todo, manifestó que su "compromiso con la ciudad no tiene fecha de caducidad", añadiendo que "simplemente se inicia una nueva etapa que considero necesaria en estos momentos tan complicados". Según aseguró, "renuncio a la Alcaldía porque creo que Sanlúcar necesita un alcalde las 24 horas del día y voy a volcarme en el proyecto del PSOE en la provincia", una labor que incluye el objetivo socialista de que la Diputación "cambie de signo" político.

García explicó que éstas y otras "muchas razones" le han llevado a dimitir, algo que hizo ayer mismo presentando el correspondiente escrito en el Registro del Consistorio. Destacó "motivos personales de peso" aludiendo a las "muchísimas renuncias" que conlleva en el ámbito familiar el desempeño de un cargo público de esta índole. De hecho, la socialista llegó a emocionarse al referirse a su familia. 

Por otra parte, argumentó que cuando fue elegida secretaria provincial del PSOE por la militancia socialista en julio de 2012 "era consciente" de que esta nueva responsabilidad "me iba a limitar bastante el tiempo de dedicación al Ayuntamiento", de manera que consideraba que su dimisión como alcaldesa acabaría produciéndose. "El momento actual exige que yo me dedique completamente a las labores orgánicas del PSOE de Cádiz y quiero ser honesta con los ciudadanos de Sanlúcar. Esta ciudad necesita un alcalde al 100% y cada minuto que yo restaba a los sanluqueños era algo que tenía que corregir", comentó. 

Preguntada por posibles puestos futuros, la alcaldesa dimisionaria contestó que "llevo escuchando eso de que me voy a ejercer otros cargos, incluso de ministra, desde que gané las primeras elecciones municipales y no sé por qué, pues quienes me conocen bien saben perfectamente que no tengo ambición de ser, sino de cambiar, de utilizar la poltica para cambiar aquello que no nos gusta, para transformar la realidad". "Creo que he sido muy honesta a lo largo de todo este tiempo. No oculto que he tenido oportunidades de irme a otros ámbitos, pero siempre he renunciado por mi ciudad", agregó.

La dirigente socialista adelantó que "mi decisión será objeto de todo tipo de críticas y cábalas, pero ya estoy acostumbrada". En este punto aludió a las quinielas políticas que la situaban como consejera en el nuevo Gobierno andaluz, unas apuestas que consideró "lógicas" por tratarse de una secretaria provincial del PSOE que "respondía a un perfil claro del tiempo nuevo que abre" el Ejecutivo autonómico presidido por Susana Díaz "en la forma de gestionar y hacer política en Andalucía". En relación a este asunto, subrayó el nombramiento de Manuel Jiménez Barrios, presidente provincial del PSOE, como consejero de la Presidencia, una designación a la que, según aseveró, "he contribuido".

García afirmó que la de ayer no era una jornada para sentirse "feliz", pero "sí bastante aliviada por haber tomado una decisión que creo que le va a venir bien a Sanlúcar, como creo que también le vendrá bien que una sanluqueña esté en un puesto de decisión importante desde el punto de vista político", en alusión a su liderazgo provincial en el PSOE. 

En clave local, la alcaldesa saliente hizo un balance de "satisfacción a medias" sobre su gestión al frente del Ayuntamiento por "no haber culminado todo lo que me gustaría" -citó el proyecto pendiente de remodelación del Mercado de Abastos-, si bien apuntó que el Gobierno que forman el PSOE y Ciudadanos Independientes de Sanlúcar (CIS) desde el año 2007 "ha puesto los pilares de una forma distinta de hacer política marcada por la honestidad y la austeridad". "A diferencia de lo que ocurre en otros ayuntamientos del entorno, Sanlúcar no está a la cabeza de los problemas y los incumplimientos", aseguró. 

La despedida pública de García dejó anécdotas. Víctor Mora, el edil socialista que la relevará, casi recibió un golpe en la cabeza al caer el mástil de la bandera de España que presidía la comparecencia. Su esposa, la concejala de Hacienda, Inmaculada Muñoz, puso la nota más emotiva, hasta el punto de que rompió a llorar. Además, el Gobierno local agasajó con refrescos a los informadores durante la rueda de prensa.