La reconocida cofrade jerezana, Inmaculada Cáliz, no defraudó en el pregón extraordinario organizado dentro de la conmemoración de los 350 años de devoción de la Hermandad del Nazareno.

Así, Cáliz, brindó a todos los presentes un pregón cargado de emotividad y sentimientos, que supo calar muy adentro de todas las personas que se dieron cita en la prioral de San Sebastián. Un evento que contó en su previa con el rezo del Ángelus que estuvo dirigido por el padre Jesús Andrades. Tras el mismo, el secretario de la hermandad puertorrealeña, Juan Carlos García Sasián, dio lectura del acta en el cual se aprobó la designación de Inmaculada como pregonera. El cofrade local, Manuel Miranda Lacalle, fue el encargado de presentar a Cáliz.

Después de dichas palabras, la jerezana subió al altar, ocupando el atril. Desde allí, inició el pregón que dedicó "a una devoción morada forjada por todo un pueblo". Una intervención que no dejó indiferente a nadie, y que supo transmitir el sentimiento, y el especial cariño que la localidad tiene para con el titular de la cofradía de la Villa. Tras el pregón, el hermano Mayor, Domingo Chanivet Sánchez entregó a Inmaculada Cáliz, una placa conmemorativa .