Tribunales

Indemnización de más de 30.000 euros a una isleña que se cayó con la cera de Semana Santa

  • La perjudicada sufrió una fractura múltiple en la rodilla y tuvo que someterse a una operación

Calle Real de San Fernando, donde se cayó la mujer.

Calle Real de San Fernando, donde se cayó la mujer. / Román Ríos

El Ayuntamiento de San Fernando, a través de su aseguradora Mapfre, ha llegado a un acuerdo con una vecina de la localidad que, tras sufrir una caída durante la Semana Santa de 2014 por la presencia de abundante de cera en la vía pública, ha sido indemnizada en la cantidad de 30.885 euros

Según ha explicado el Bufete Ortiz, que ha defendido a la accidentada, los hechos se remontan a la primavera de 2014, concretamente al día 18 de abril, cuando sobre las diez y media de la noche la mujer caminaba por la calle Real, a la altura de la Iglesia de San Francisco, dirección a la Iglesia del Carmen.

En estos momentos, la céntrica calle isleña presentaba múltiples deficiencias en lo que al estado del pavimento se refiere, además de numerosas capas de cera, ya solidificada, procedente de los cirios que portaban los penitentes en las procesiones.

Así las cosas, como consecuencia directa de la cera vertida en el pavimento -que no había sido retirada por los Servicios Municipales de Limpieza-, además de por el mal estado del pavimento, se produjo la caída. La damnificada fue auxiliada inicialmente por algunas personas que caminaban por allí. Después se dio aviso tanto a la Policía Local como al servicio de ambulancias. Los sanitarios que la atendieron en un primer reconocimiento advirtieron de una posible rotura de rótula y de la bolsa de líquido de la articulación, un diagnóstico que después fue confirmado en el Hospital San Rafael de Cádiz, donde fue trasladada la mujer. 

La perjudicada fue sometida a una intervención quirúrgica el 22 de abril de 2014. Entonces, explica el abogado José Luis Ortiz, se comprobó que la rótula izquierda estaba fracturada en cuatro trozos grandes y en numerosos trozos pequeños que se desecharon, lo que motivó la realización de una osteosíntesis con cerclaje y agujas K.

"Dicha situación obligo a mi cliente a estar de baja en su trabajo como funcionaria durante casi un año, tiempo durante el cual no pudo moverse prácticamente. Sufrió graves daños y perjuicios que hoy, por fin, han obtenido una compensación económica", afirma Ortiz.

Según el abogado, "estos asuntos presentan una enorme dificultad a la hora de ganarlos, ya que últimamente los tribunales aplican la doctrina de riesgos habituales de la vida doméstica diaria, que viene a decir que cuando una caída se produce en actividades normales de la vida diaria, como caminar por el viario público, realizar compras en supermercados o similares, le es exigible a la víctima que sufre la caída un plus de diligencia o deber de cuidado. De ahí la relevancia de este caso".

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