El equipo de Gobierno, conformado por PP y PA, pretende que antes de que acabe el actual mandato municipal (2011) la ciudad cuente con un segundo puente de conexión entre la avenida de Bajamar y la antigua travesía de la N-IV y con dos nuevos aparcamientos subterráneos (en Pozos Dulces y en la Plaza de Toros). Ayer, el consejo de administración de la empresa municipal de fomento económico, Impulsa El Puerto, aprobó los pliegos de condiciones que regirán el concurso público para la redacción de los tres proyectos.

La intención del Ayuntamiento es que las tres obras estén iniciadas antes de que acabe el año próximo. Pero para que esto sea una realidad no sólo tiene que completarse el proceso de adjudicación de los trabajos, que se harán de forma independiente, sino también es obligatoria una tramitación administrativa que aún no ha concluido y que se hará de forma paralela.

El segundo puente sobre el río partirá frente al bloque de viviendas de Pescadería y terminará en la ronda de acceso al muelle y al parque comercial Bahía Mar, ya en la antigua travesía de la N-IV. Según las explicaciones dadas ayer por el alcalde, Enrique Moresco, esta pasarela tendrá un uso "preferentemente" peatonal aunque se permitirá el paso de vehículos de transporte público y "residentes". Está aún por perfilar como se regularán los accesos aunque la idea es de abrirla al tráfico normal en casos muy puntuales. Los estudios de tráfico elaborados hasta ahora desaconsejan que este puente tenga una intensidad de tráfico elevada puesto que el objetivo debe ser la progresiva reducción de la circulación de vehículos por la avenida de Bajamar así como por Ribera del Marisco. Este acceso directo desde la antigua N-IV ocasionaría todo lo contrario de lo que se busca (menos tráfico en el centro de la ciudad). Mientras tanto, el proyecto de construcción del puente no prevé la demolición de los bloques de Pescadería (planteada en otras iniciativas presentadas años atrás). Sin embargo, el alcalde apuntó que se va a continuar negociando el traslado de los propietarios de estos pisos a otras zonas de la ciudad ya que se sigue firme la intención de hacer de estos suelos un espacio público.

Pero la construcción del puente está a expensas de la firma de un convenio con Autoridad Portuaria donde se incluirá este proyecto. En este acuerdo se pretende incluir también el uso de los terrenos que ocupaba la antigua lonja como aparcamiento en superficie, para que compense los que se perderán una vez se ejecute el proyecto de la pasarela y la reurbanización del tramo de avenida de Bajamar con plaza de Las Galeras (la previsión es convertirlo en un verdadero paseo fluvial sin zonas de estacionamiento de automóviles). Los aparcamientos serán en superficie mientras no se ejecute el subterráneo que Autoridad Portuaria prevé en sus suelos.

Además, tiene que entrar en vigor el nuevo Plan de Puertos (el documento que ordena urbanísticamente los suelos portuarios), donde se recoge esta pasarela. Y por último, el Ayuntamiento tiene que promover un estudio de detalle de la zona, un instrumento urbanístico donde vendrá recogida la reordenación de esta zona de la ciudad.

La empresa municipal Impulsa también ha iniciado los trámites para elaborar el proyecto de los dos aparcamientos subterráneos que promoverá. Desde el aspecto administrativo, el más adelantado es de la Plaza de Toros puesto que no habrá que esperar a ningún tipo de aprobación de figura urbanística. Este aparcamiento tendrá capacidad para unas 950 plazas. Mientras, será necesario la aprobación de un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) antes de iniciarse las obras en Pozos Dulces. Se calcula que este aparcamiento dé cabida a unos 950 turismos. En ambos casos, será necesaria la opinión de la Delegación Provincial de Cultura, al estar incluidas las actuaciones dentro del perímetro catalogado como conjunto histórico artístico.