Los aparcacoches del Hospital Clínico Universitario de Puerto Real están en huelga de brazos cruzados. Este martes comenzaron un parón indefinido para exigir a la empresa social para la que trabajan el pago de sus nóminas, pendientes desde el mes de julio, y la readmisión de uno de los cuatro trabajadores de este servicio, despedido “de forma injusta y sin explicaciones”.

Este jueves la empresa ya había pagado las nominas, quedando pendiente las pagas extras, pero siguen sin trabajar porque “nos preocupa mucho el despido de José Rojas y no vamos a volver a trabajar hasta que lo readmitan”, dicen los empleados de la concesionaria AS.GA.LA.V.

Aunque el despido de este empleado se produjo “sin preaviso y sin dar ningún tipo de explicación”, los cuatro aparcacoches del hospital puertorrealeño están convencidos de que se deba a su papel como delegado sindical de CGT y “como represalia por haber denunciado los impagos e incumplimientos de la empresa”.

Se da la circunstancia de que los trabajadores de la empresa son personas con diversidad funcional. Todos tienen reconocido, como mínimo, un 33% de discapacidad. “Aunque la empresa se presenta como una asociación de discapacitados, lejos de demostrar un mínimo interés social se ha caracterizado por la explotación laboral y los constantes abusos hacia los trabajadores”, afirman.

Como ejemplo ponen, además de los retrasos en los pagos “que es lo habitual”, las condiciones en las que prestan su servicio. “No tenemos ropa de trabajo y, haga frío o calor, estamos en la calle ayudando en los estacionamientos sin nada que nos distinga y que haga ver a la gente que estamos prestando un servicio regulado. No somos 'gorrillas' sino trabajadores”, afirman. También denuncian problemas con las vacaciones.

Por el momento van a continuar con esta huelga indefinida aunque cada mañana acuden al aparcamiento del hospital para repartir octavillas entre los usuarios, a la espera de un cambio de actitud de la empresa.