Provincia de Cádiz

Historia vendida como chatarra

  • El yate 'Sir Anthony', que fue propiedad del actor Anthony Quinn y perteneció al servicio secreto alemán durante la II Guerra Mundial, es desguazado tras hundirse en La Línea

Si las paredes hablasen, las suyas contarían historias de espionaje de la II Guerra Mundial, de las andanzas y aventuras del actor Anthony Quinn o curiosidades y anécdotas de los cientos de personas que lo alquilaron. El histórico yate Sir Anthony, construido en 1940, ya no podrá contar la cantidad de momentos que se han vivido en su cubierta después de que se hundiera en el puerto deportivo Alcaidesa Marina de La Línea y de haber sido desguazado y vendido como chatarra tras una larga y ajetreada vida.

El barco estuvo atracado en el puerto deportivo linense, pero debido a un temporal el 23 de diciembre del año pasado las amarras se soltaron y su casco sufrió una vía de agua que provocó que el yate se hundiera parcialmente. La embarcación se usaba como barco de recreo y podía ser alquilado en diferentes páginas web dedicadas a este sector. De hecho, hoy en día algunas todavía ofrecen su alquiler, aunque obviamente ya no está disponible. Cuando su último propietario lo puso en venta, en otro sitio de internet, pedía 48.000 euros poco después de su hundimiento parcial.

El Sir Anthony era un barco clásico holandés del siglo pasado. Fue construido en 1940 y utilizado durante la II Guerra Mundial como buque espía por el servicio secreto alemán. Forma parte de una serie de cuatro unidades que fueron acondicionados por orden del almirante Wilhelm Franz Canaris para que, entre otras misiones, sirviese de colector de inteligencia.

Una vez que acabó la guerra fue adquirido por el actor Anthony Quinn en 1950 y lo empleó como crucero privado. Tuvo que pagar por él 3 millones de dólares. Una de las muchas anécdotas que recoge este yate es que uno de sus gemelos fue comprado por Marlon Brando ante la negativa de Quinn a cederlo, lo que fue motivo de rivalidad en el pasado entre los dos actores.

Curiosamente Quinn adquirió este yate poco antes de que comenzase el rodaje de ¡Viva Zapata!, dirigida por Elia Kazan y en la que también actuó Marlon Brando. Por esta película Quinn recibió su primer Oscar como actor secundario, aunque Brando estuvo nominado a mejor actor principal.

Hasta sus últimos días el Sir Anthony conservó la misma decoración desde 1950, con efectos y fotografías personales del actor mexicano.

Durante su vida este llamativo yate, que contaba con 23,20 metros de eslora, una manga de 6,45 metros y un puntal de 2,95, podía transportar cómodamente a 42 pasajeros en sus dos cubiertas, una en proa y otra en popa. También contaba con cinco cabinas dobles.

Durante sus años como barco de recreo de alquiler, sus pasajeros podían disfrutar incluso de una barra tropical con servicio de cócteles y música por un precio en torno a los 8.000 euros al día, aunque también podía alquilarse por horas. Sus servicios se ofrecían desde los puertos de Marbella y Puerto Banús y con la opción de disfrutar de la mejor gastronomía. También estuvo en venta por 350.000 euros.

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