La Guardia Civil se lleva en la sangre. Roja sí, como todas, pero con gotitas verdes, con glóbulos repletos de viejas historias de guardias con tricornios y bigotes, de mirada fija y voz altiva, valientes, leales, dispuestos a entregar su vida si hace falta porque así lo marca su credo, porque no conciben otro destino. Esa es la Guardia Civil. Y quienes han crecido en una Casa Cuartel, quienes han experimentado la simbiosis que ofrece, pueden dar fe de ello. Por eso no sorprende en absoluto ver a pequeños que con pocos años ya arrebatan el tricornio a sus padres y se lo calan con mirada soñadora, como pensando que algún día serán ellos los que desfilarán en una Comandancia ante la mirada de sus hijos. No es una ley, ni una norma escrita, pero, si es verdad que la infancia es la patria del hombre, no es exagerado pensar que convertirte en adulto en una Casa Cuartel hace de la Guardia Civil esa patria que defender, esa bandera por la que morir. Porque hasta en pleno siglo XXI, en que algunos se empeñan en quemar insignias, en dividir la historia, los hay que desde niños sienten que se les eriza el vello cuando oyen un Viva España, Viva El Rey, Viva el orden y la Ley...Viva la Guardia Civil.

Todo esto se pudo comprobar en la soleada mañana de ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, donde el coronel Alfonso Rodríguez Castillo presidió los actos de la festividad de la patrona del cuerpo, la Virgen del Pilar, que se celebra nada menos que desde el año 1913. Junto al coronel Castillo, el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, así como numerosas autoridades civiles y militares. En esta ocasión el Ayuntamiento de Cádiz no estuvo representado por su primera autoridad, sino por el concejal de Economía, Hacienda y Seguridad Ciudadana, David Navarro.

Antes de que las unidades de la Guardia Civil recibieran en posición de firmes a la bandera española, tuvo lugar una misa oficiada por el obispo Rafael Zornoza en el patio de la propia Comandancia. Todo ello con la presencia de la Unidad de Música del Tercio Sur de la Infantería de Marina.

Luego llegó el momento de las condecoraciones, con las que se reconoció a personal del cuerpo y a los veteranos que se han jubilado este año, así como a personal civil que ha destacado en labores de seguridad.

Una vez concluida la imposición de las distinciones, el coronel Rodríguez Castillo dio un emotivo discurso en el que habló precisamente de lo especial que es esta celebración de la Virgen del Pilar “para nosotros y nuestras familias”. “Posiblemente, la simbiosis que ofrece una Casa Cuartel de la Guardia Civil no tenga similitudes con otras vivencias, y de ello pueden dar fe quienes  en alguna época de sus vidas hayan compartido la experiencia. También continúa siendo importante para nuestros amigos y vecinos de los pueblos donde alcanza nuestro despliegue: 35 en esta Comandancia  y unos 500 en toda Andalucía. Este día se rompe el silencio en los cuarteles, se abren nuestros corazones al compañero, se recuerda y premia a quienes mejor han cumplido con su deber y efectuamos, por un lado, balance de lo actuado y por otro, propósitos para el próximo período”.

Castillo recalcó que todas las unidades, todos los hombres y mujeres que conforman la Guardia Civil, “conforman una maquinaria ajustada y silenciosa que, gracias a la superposición de esfuerzos, ha conseguido que los objetivos marcados a esta Unidad en la lucha contra la delincuencia en general, se estén cumpliendo en tres aspectos fundamentales:  reducción de la tasa de criminalidad en demarcación competencia de esta Comandancia; rebaja en el número de Infracciones Penales totales e incremento de la tasa de esclarecimientos”. No obstante, el coronel recalcó que las estadísticas sirven de poco “si un ciudadano no tiene la percepción de su seguridad. De nada valen las cifras si no hemos conseguido evitar una víctima, porque las estadísticas no consuelan”, dijo.

El coronel tuvo unas palabras de agradecimiento para Antonio Sancho, “que desde el año 1993 desde su puesto en Diputación nos marcó la luz en los ceremoniales, organizando y formando sus famosas jornadas de protocolo para entidades locales, y que hoy, para estar con nosotros, ha atravesado España de noche en vehículo, desde Oviedo, donde se encontraba trabajando en los Premios Príncipe de Asturias”.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, destacó en su discurso el trabajo “continuo de esta Comandancia de Cádiz”, que se ha traducido que “la tasa de criminalidad provincial de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en los últimos 12 meses se haya quedado en 44,2 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. Y específicamente, en vuestra demarcación, se ha reducido a un 34,37 por cada 1.000 habitantes”.

Anunció asimismo que “el índice de casos esclarecidos llega a un 48,83% en el caso de la Guardia Civil en la demarcación de Cádiz, lo que ha representado la detención e imputación en este año 2015 de 2.245 personas por la Benemérita gaditana”.

Y recordó que durante este año operaciones como Tarbos, Rinus, Sextante, Enseres, Onin, Volaor, Periplo, Zorrito, Bernacle o Señorito... entre otras muchas, “han puesto de manifiesto el ímprobo esfuerzo de los agentes de la Guardia Civil para acabar con cualquier tipología de fraude, las bandas organizadas y el tráfico de drogas o personas”.

También destacó la labor de la Guardia Civil en los robos en explotaciones agrícolas y ganaderas, “vuestra labor a través de los grupos Roca, Seprona y otras especialidades, junto a la colaboración de guardas y vigilantes de campo, ha permitido a esta demarcación un descenso muy importante en los hechos delictivos en el campo, casi un 28% en los robos con fuerza en las cosas”.

El subdelegado felicitó a todos los condecorados y recordó que “los valores inculcados por el segundo Duque de Ahumada al Benemérito Instituto “son señas de identidad propias de presente y futuro para las nuevas generaciones de guardias civiles”.

El acto se cerró con un desfiles de las unidades presentes que contó con la novedad de realizarse fuera de la Comandancia, a través de la avenida de la Independencia.