Provincia de Cádiz

El Gobierno británico desoye a sus diputados y rechaza endurecer su política contra España

  • El ministro Lidington cree que llevar los controles en la Verja ante el Tribunal de la UE perjudicaría al Peñón

El Gobierno de Reino Unido mantendrá su política sobre el conflicto de la Verja y no tiene intención de denunciar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya que considera que endurecer sus respuestas ante las medidas del Ejecutivo de Madrid sobre Gibraltar tendría un efecto más perjudicial que beneficioso para la población del Peñón. Así lo dejó claro el jueves el ministro de Estado para Europa, David Lidington, durante el debate sobre la situación de Gibraltar en la Cámara de los Comunes, que por cierto no despertó demasiado interés entre los diputados, puesto que los que acudieron apenas superaron la veintena.

Lidington defendió la posición del Gobierno británico en los tres aspectos principales que los diputados le censuraron: el veto de España a la inclusión de Gibraltar en el Tratado del Cielo Único Europeo, las colas en la Verja y las incursiones de buques españoles en las aguas que Gibraltar reclama como propias.

Los parlamentarios se basaron siempre en el segundo informe de la Comisión de Exteriores de la propia cámara baja que se hizo público en julio y en el que se concluía que la política del Gobierno respecto a Gibraltar era insípida e infructuosa ante las "agresiones" de España.

Aunque consideró que el debate había sido "excelente", el conservador sir Richard Ottaway -impulsor de la cita junto a Mike Gapes- se confesó en su intervención de despedida "decepcionado" por la falta de compromiso del Gobierno británico a revisar su política sobre Gibraltar, tal y como le pidieron uno por uno hasta doce diputados.

Todos ellos se mostraron muy críticos con las posturas del Gobierno español -impropias, dijeron, de un socio de la Unión Europea y la OTAN- frente a Gibraltar, pero también con las respuestas del Gobierno británico a esas intervenciones que no pretenden más que recuperar la soberanía del Peñón, dijeron.

Lidington, en cambio, hizo una defensa firme de sus posiciones. Aseguró que el Gobierno no duda en apoyar el derecho a la autodeterminación de Gibraltar y su condición voluntaria de territorio británico. "Reino Unido mantiene un firme compromiso de que nunca vamos a llegar a acuerdos por los que el pueblo de Gibraltar pase bajo la soberanía de otro Estado en contra de sus deseos", dijo. También habló de "importantes intereses comunes" de Reino Unido y España que no le impidieron tildar de "miope y francamente anticuada y antidemocrática" la actitud del Ejecutivo de Rajoy en la Verja.

El ministro para Europa explicó que "Gibraltar es, con respecto a las leyes de aviación, una parte de la Unión Europea". Partiendo de esa base, explicó que su Gobierno está "enojado" por el veto de España y confía en que la Unión Europea se percate de que se trata de una violación de sus acuerdos. Sobre una posible denuncia ante la Justicia dijo: "Prefiero no especular demasiado sobre una acción legal en circunstancias hipotéticas porque nuestro objetivo es que los tratados sean respetados, y creo que la Comisión también tiene tal interés y nos apoyará en este objetivo".

Lindington explicó que las acciones diplomáticas y políticas frente a las "incursiones ilegales" de los barcos españoles, además de la labor de la Royal Navy, han permitido que se reduzca el número estas entradas en lo que denomina "aguas territoriales británicas de Gibraltar". Además, explicó que no se pueden producir detenciones de barcos españoles porque contraviene la legalidad internacional.

También dijo que considera que se han producido avances en las demoras en la Verja gracias a las recomendaciones de la Comisión Europea y la visita de los expertos.

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