La tragedia de la inmigración clandestina volvió ayer a golpear con crudeza a la costa tarifeña. Un varón de origen subsahariano falleció como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria producida por una hipotermia severa durante el dramático viaje en patera intentando alcanzar de manera irregular la orilla de la Península. Salvamento Marítimo y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil salvaron la vida a los otros 39 inmigrantes que iban en la embarcación, entre los que se encontraban cinco niños y alrededor de 13 mujeres, dos de ellas embarazadas. Los subsaharianos fueron transportados al puerto de Tarifa, donde fueron atendidos por los voluntarios de Cruz Roja en un hospital de campaña.

La patera, una lancha neumática de siete metros de eslora y con un motor de 25 caballos de potencia habría salido desde Tánger en dirección noroeste sobre las cuatro de la mañana, según alertó una llamada de teléfono al 112 que rápidamente activó el protocolo de urgencia.

Sobre las 10:20 horas, la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Alkaid lograba interceptar a la embarcación a unas 14 millas suroeste de la isla de Tarifa, en la zona denominada Bajos de Majuan a 35º 55" Norte y 005º 53" Oeste. La intervención tanto de la Alkaid como de la embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil Río Sena fue de lo más oportuna, pues la embarcación que se encontraba abarrotada de inmigrantes y "era una auténtica bañera sumergida", según informó uno de los agentes.

El Servicio de Salvamento logró rescatar del mar a uno de los inmigrantes. Un varón de mediana edad que no respondía a los estímulos y que fue evacuado a bordo del helicóptero Helimer Andalucía hasta la Isla de Las Palomas. Los esfuerzos del personal de socorro por reanimarlo fueron infructuosos y falleció poco después.

Un agente del Servicio Marítimo de la Guardia Civil informó de la "enorme dificultad" encontrada para evacuar y transportar a los inmigrantes en medio de un fuerte viento de poniente y una mar totalmente revuelta.

Sobre las 11:45 horas la embarcación Río Sena llegaba a puerto donde Cruz Roja ya había instalado un hospital de campaña en el que fue atendiendo a los inmigrantes que iban desembarcando. Primero, un total de cinco niños de edades comprendidas entre los tres y cuatro años. Una de las niñas venía en estado crítico y tanto ella como el resto de menores fueron trasladados rápidamente al centro de salud donde se les atendió de distintas patologías, hipotermia y deshidratación principalmente. En la embarcación de la Guardia Civil también llegaron las primeras ocho mujeres que presentaban una situación más delicada y tras ser tratadas en el hospital de campaña de la Cruz Roja, fueron trasladadas hasta el centro de salud local y posteriormente derivadas según la gravedad al hospital Punta de Europa de Algeciras.

A las 12:04 horas, la Salvamar Alkaid atracaba en el muelle del santo y desembarcaba al grueso de la expedición, compuesta por 40 personas. Cruz Roja, Servicios Sanitarios, Guardia Civil, Protección Civil, Policía Local y la Policía Portuaria atendían y desembarcaban al resto de inmigrantes. Algunos de ellos no podían tenerse en pie. Entre estos inmigrantes viajaban el resto de las mujeres, entre ellas una de las embarazadas.

Según Daniel Iglesias, coordinador del Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencia (ERIE) que especializado en atención humanitaria constituye un instrumento imprescindible en el fenómeno de la inmigración, manifestó que la situación de los niños era especialmente delicada debido a la extrema crudeza de las condiciones climatológicas y rigores del viaje. Iglesias señaló que la pequeña que peor estaba sufrió un ataque severo de ansiedad o miedo del que poco a poco se fue recuperando. Cruz Roja apuntó a que la procedencia de los inmigrantes podría ser de Nigeria.

La Policía Local confirmó por otro lado, que habían recibido varias llamadas de teléfono en las que varios ciudadanos informaban que habría visto a posibles inmigrantes irregulares con ropa mojada deambulando por la ciudad, por lo que podría haberse producido otro desembarco de inmigrantes en algún punto de la costa tarifeña cercano al núcleo urbano. No obstante no hay oficialidad de que se haya producido ningún otro desembarco.

Tarifa revivió así el drama de un fenómeno que no cesa. Con la incorporación del SIVE la llegada de pateras a la comarca se ha reducido drásticamente, derivándose a otros puntos del litoral andaluz y Canarias, fundamentalmente. Sin embargo, la necesidad impulsa a los inmigrantes a seguir surcando el Estrecho en busca de una vida mejor. Una travesía que ayer se cobró una nueva vida. El cadáver del varón fue trasladado al tanatorio de Los Barrios, donde algunas lápidas anónimas recuerdan otros episodios de una misma tragedia.