Provincia de Cádiz

La F-1 en saltos

  • El Circuito Hípico del Sol, un gran desconocido pese a sus más de veinte ediciones, mueve turismo de lujo durante el invierno en Vejer Los 'messis' y 'ronaldos' del negocio ecuestre se dan cita en Montenmedio

Marta Ortega es la heredera de un imperio, el imperio Inditex. No hay mucho más que hablar. Con el tiempo será una de las mujeres más ricas del mundo y la revista Forbes se rendirá a sus pies. Sol Daurella es presidenta de Coca Cola Iberian Partners y está casada con el propietario de una de las mayores embotelladoras del país, una embotelladora que, por ejemplo, embotella a Coca Cola. Diga Coca Cola, diga Sol Daurella. Susana García-Cereceda es la propietaria de La Finca, no cualquier finca, sino aquella de Pozuelo de Alarcón en la que viven las grandes estrellas del fútbol y de la política. Las hermanas García Cereceda representan algo más que -signifique eso lo que signifique- el pijerío de Madrid: representan lo siguiente. Pilar Lucrecia Cordón es la hija de Publio Cordón, empresario aragonés secuestrado por el Grapo y desaparecido. Su nombre ha figurado en consejos tan de ringo rango como el del Grupo Quirón. Haya de Jordania es Haya de Jordania, hija del que fue rey Husein y hermana de su sucesor. Para ella cerrar un hotel es como para un mortal comprar una chocolatina. ¿Tienen algo en común? Sí, aparte de ser ricas: ser amazonas, Montenmedio y el Circuito Hípico del Sol, la concentración ecuestre que desde hace veinte años convierte esta finca de Vejer en el mes de febrero en el epicentro de un inmenso negocio, el de la Fórmula 1 de los saltos ecuestres.

Durante las últimas cinco semanas este enclave entre Vejer y Barbate ha sido un hervidero. Más de mil caballos, entre ellos los messis y los ronaldos de este deporte, centenares de jinetes de elite y una cohorte de no menos de 2.000 profesionales seguidos por unos 7.000 aficionados que en este concurso atisban cómo será la temporada europea de este deporte que en países como Alemania, Francia y Holanda mueve pasiones y cajas registradoras. Todo ello aquí, en la provincia, aunque no especialmente integrado en la provincia.

Si se menciona en los países de referencia a Steve Guerdat, John Whitaker o Eugenie Angot, un porcentaje alto de la población sabrá decir lo que son. Si en España se habla de Sergio Álvarez Moya, el mejor jinete de saltos de nuestro país, absolutamente nadie ajeno al sector sabrá decir quién es. Luis Astolfi, un habitual de este encuentro y uno de los mejores saltadores españoles de todos los tiempos, afirma que "ni el 3% de los que se dan cita en Montenmedio en el Circuito del Sol son españoles".

Integrado o no, este mes de concursos hípicos es un balón de oxígeno para algunos municipios de La Janda. José Ortiz, alcalde de Vejer, en cuyo término se encuentra Montenmedio, reconoce que su ayuntamiento ya no tiene dinero ni para patrocinar trofeos, "pero el efecto es muy positivo porque adelanta la temporada de turismo, permite que abran los hoteles antes y, creando poco más de treinta empleos directos, tiene una repercusión indirecta de centenares de trabajos en la hostelería. Es un revulsivo que si bien no está dirigido al público local ni tiene gran repercusión en la zona, sí que nos da nombre internacional".

Que Ortiz se deshaga en elogios con el Circuito Hípico del Sol es, aunque pueda parecer sorprendente, algo relativamente novedoso. El creador de este circuito es Antonio Blázquez, propietario de las 500 hectáreas de Montenmedio, un empresario peculiar, muy vinculado en su día a Felipe González y que soñó en esta finca como un referente del sur para Europa. No lo consiguió del todo y, además, tuvo que enfrentarse a serios problemas urbanísticos con los ayuntamientos de Vejer y Barbate. De su apuesta queda un museo de arte moderno, un campo de golf, un hotel y el Circuito Hípico del Sol, que podría considerarse como un torneo de pretemporada antes de que los mejores de este deporte afronten las grandes ligas.

Blázquez no se lanzó a lo loco. Él tenía la idea: grandes pistas, las mejores; grandes instalaciones, las mejores. Y se buscó -porque a mediados de los 90 todo era a lo grande- al mejor para el diseño de las pruebas, un campeón olímpico de los años 60, David Broome, una leyenda de este deporte.

Quien no está en Montenmedio no es nadie en el mundo europeo de la hípica. Y el mundo de la hípica mueve millones de euros que nadie se atreve a cuantificar porque, como explica la periodista especializada Raquel Benjumeda, "las transacciones en el mundo del caballo son como la compra-venta de futbolistas, nunca sabe muy bién cuánto ha costado un jugador".

El Circuito Hípico del Sol se pensó a mediados de los 90 como un reclamo insuperable. Como recuerda Astolfi, "en Europa hace mucho frío en estas fechas y hacía falta un lugar en el que hacer el rodaje. Esa fue la visión que tuvo Blázquez". Un febrero loco en 2001 alternando vientos huracanados y tormentas salvajes se unió a un gigantismo desmesurado con la concentración de 1.700 caballos, por encima de la capacidad de unas instalaciones que se habían convertido en la envidia del sector. Superar ese caos supuso el verdadero Rubicón de esta apuesta. Se consiguió. Hoy, la Federación Andaluza de Hípica defiende "la salud" y "la necesidad" de este concurso para intentar que España se integre en ese triángulo de países que consiguen que el caballo sea una auténtica industria. En España no lo es y vuelve a ser Astolfi el que define la diferencia: "En Europa hay multitud de pequeños criadores. Tienen una yegua y crían con ella. No se puede criar un caballo sin destino. Ellos lo tienen porque cuentan con una red y una cultura en este sentido. En España hay muy pocos involucrados y no existe la figura del pequeño criador con esa visión".

De hecho, en Montenmedio se aprende mucho acerca de cómo funciona este negocio. Durante mucho tiempo Montenmedio quiso creer que la disciplina de la doma, mucho más arraigada en España, podía equipararse al verdero espectáculo, el salto, que es el que hace furor en Holanda y Alemania. El tiempo ha mostrado la evidencia de lo que es este Circuito, un campo de pruebas europeo. En esta edición ya no hubo doma.

Tiene que ver con el relevo realizado hace dos temporadas en la dirección del evento. Antonio Blázquez cedió a su hija Teresa la organización del Circuito -Sunshine Tour para los europeos y la palabra 'sun' es clave-y ella tomó decisiones. Para algunos de los consultados, su gestión ha reforzado el papel del Circuito; para otros ha creado competidores que amenazan su liderazgo.

La primera medida de Teresa Blázquez fue prescindir de los dos directores de pruebas del Circuito del Sol y éstos decidieron montar la competencia en Oliva, en la provincia de Valencia. Este circuito alternativo es el Mediterranean Equestrian Tour y juega con las mismas bazas que Vejer: el sol y buenas instalaciones. Aunque desde Montenmedio aseguran que Oliva no amenaza la jerarquía de Vejer en estas fechas, lo cierto es que la página web del Mediterranean afirma que en esta última edición cuentan con más de 2.000 caballos inscritos. Es cierto que no están las figuras del deporte que sí están en la provincia en estas fechas, pero su ánimo es crecer. Sin embargo, Astolfi, que conoce el mercado, asegura que "Oliva no es problema porque esta fórmula, nacida aquí, da para estos circuitos y algunos más. Todo lo que sea dar a conocer la importancia que el caballo puede tener en la economía, que es un sector importante, es bienvenida". Los más agoreros son de la opinión que los caballos que van a Oliva pueden suponer a corto plazo el margen del beneficio de Montenmedio. "Sería para que se tomara nota y apoyar un poco más una iniciativa privada que, sin ningún tipo de impulso público, genera una riqueza que durante más de veinte años ha llenado un vacío en una época en la que antes no existía actividad económica en la zona", apuntan en el círculo que rodea al evento. Gustará o no gustará el mundo del caballo y el glamour que le acompaña. Pero deja dinero.

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