Dos horas antes de ser detenido por agentes de la Policía Local de Chiclana, Santiago G. C., de 27 años de edad, irrumpió en el salón del club de alterne Basike, situado en la entrada de la localidad, con la cara tapada con un pasamontañas y una pistola de fogueo en la mano. Reclamó la atención de los asistentes y, encañonando al aforo, pidió que le dieran dinero, lo que provocó la huida atropellada de trabajadoras y clientes en dirección a las habitaciones del complejo.

Fue alrededor de la una de la mañana del martes. Santiago G. C., vecino de Chiclana, no obtuvo un botín significativo y se marchó del club para probar mejor suerte en otro lugar. Su siguiente objetivo fueron dos jóvenes que sacaban dinero de un cajero de la entidad Banca March en el centro comercial Las Redes, a apenas unos minutos de camino desde el club Basike. Los dos jóvenes, pese a la amenaza del arma, consiguieron empujar al asaltante y huir corriendo del centro comercial. A pocos metros encontraron a una patrulla de la Policía Local de Chiclana, que, con la descripción del sujeto ofrecida por los denunciantes, pudo iniciar su búsqueda en el entorno del centro comercial.

Los agentes dieron pronto con Santiago G. C., que, lejos de entregarse, empezó a disparar contra los policías, que en ese momento todavía desconocían la naturaleza ficticia del arma. Según informó el Ayuntamiento de Chiclana en un comunicado, el sujeto disparó varias veces contra el vehículo oficial de la patrulla y hasta tres veces más, por falta de puntería, contra la fachada de dos locales comerciales de la zona.

Los policías locales pidieron refuerzos y, pocos minutos después, lograron detener al sujeto que les había disparado. El joven chiclanero opuso "gran resistencia", puntualizó el comunicado del Ayuntamiento. Los policías pudieron corroborar después que el arma utilizada era de fogueo y que había sido modificada para disparar proyectiles de plomo.