A pesar de que habían habilitado en la finca familiar un importante centro de producción de marihuana en pleno casco urbano de San Fernando, lo cierto es que no adoptaron muchas precauciones. Hacía ya tiempo que el fuerte olor a droga que emanaba de la casa, situada en el número 20 de la calle Carraca, en las inmediaciones de la plazoleta de las Vacas, había puesto en alerta a las Fuerzas de Seguridad.

Las alarmas se encendieron al tiempo al comprobar cómo en los últimos tiempos el trasiego de menores de edad, provenientes del cercano IES (Instituto de Educación Secundaria) Isla de León, iba en aumento. Chavales que entraban y salían instantes después tras adquirir marihuana ya picada, lista para su consumo, según pudo determinar la investigación policial puesta en marcha.

Recabados ya las pruebas e indicios suficientes, llegó la hora del registro. En el transcurso de la mañana de ayer, agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de San Fernando, acompañados por integrantes del Grupo Lima de la Policía Local, entraron en la finca con el preceptivo mandamiento judicial.

En el interior, se toparon con dos viviendas contiguas, ocupada una por una matrimonio de mediana edad, y la otra, por su hija y su pareja. Cuatro miembros de una misma familia dedicados supuestamente al mismo negocio: el cultivo, secado, manipulación y distribución de cannabis en cantidades nada desdeñables. No faltaba un detalle. Hasta habrían montado su particular secadero, al objeto de aligerar el proceso para la obtención de droga lista para el consumo.

Según pudo determinar este diario, en total en la finca fueron intervenidas 70 macetas de marihuana. Prueba de la importancia que el negocio familiar había llegado a adquirir la da el hecho de que los agentes pudieran requisar hasta 900 euros en metálico.

El registro se prolongó durante varias horas, siendo presenciado por numerosos vecinos que, al advertir el despliegue policial, se apostaron en las inmediaciones.

Culminadas las diligencias en el interior, los cuatro miembros de la familia, patriarca, matriarca, la hija y el yerno, fueron conducidos en calidad de detenidos hasta la Comisaría isleña, donde quedaron recluidos en los calabozos policiales. Está previsto que los cuatro sean puestos a disposición judicial hoy, en calidad de supuestos autores de delitos contra la salud pública (tráfico de estupefacientes).

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