500 euros al día, con comida y 'morada', un término que en este caso debe utilizarse en un sentido peyorativo al cien por cien, ya que el alojamiento brindado por el patrón era un almacén, carente de condiciones, no ya de intimidad sino de salubridad, anexo al negocio en el que trabajaba sin papeles. De día, en el negocio, en jornadas de más de 10 horas, siete días a la semana. De noche, el patrón mataba dos pájaros de un tiro: se ahorraba el sueldo de vigilante, tarea que el trabajador asumía por el mismo precio.

En su 'morada' fue hallado el explotado trabajador, un extranjero carente de permiso de residencia y de trabajo, por agentes de la Policía Nacional en La Línea.

Tras constatar las condiciones prácticamente de esclavitud en las que se hallaba el empleado, los agentes procedieron a la detención del empresario, quien resultó ser H.A.A., un ciudadano español de origen indio de 45 años de edad. Una vez practicada la detención y realizadas las correspondientes diligencias, este empresario fue puesto a disposición judicial el pasado jueves.

Este arresto se ha llevado a cabo dentro de una campaña de inspecciones realizada por la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF), de la Comisaría de La Línea de la Concepción, que controla de forma regular los distintos negocios regentados o en los que trabajan habitualmente ciudadanos extranjeros.

Agentes de esta unidad sospechaban de posibles irregularidades en cuatro negocios de la localidad. A la vista de esto, se desarrollaron vigilancias y seguimientos para obtener pruebas necesarias. Después, en coordinación con la Inspección de Trabajo, se realizaron las inspecciones en estos cuatro establecimientos , constatando que presentaban deficiencias graves en cuanto a la contratación de extranjeros.

Así las cosas, han sido citados los propietarios para aportar documentación ante la Inspección. Las infracciones detectadas (trabajadores sin estar dados de alta o sin permiso de trabajo) puede acarrear multas de hasta 6.000 euros.