La Policía Nacional de Granada ha detenido a cuatro miembros de un clan familiar pertenecientes a una organización dedicada a manipular cajeros y colocar cepos para capturar el dinero que supuestamente actuaron en la provincia de Cádiz.

Los arrestados, que se movían por Sevilla y Cádiz, fueron sorprendidos hace unos días en plena acción después de que la Policía recibiera el aviso de que había saltado la alarma en un cajero de Granada, informó ayer la Policía Nacional en un comunicado.

Una vez en el lugar, los agentes comprobaron que se había instalado un dispositivo de tipo cepo para capturar el dinero mediante la manipulación de la ranura del cajero.

Con posterioridad, la Policía recibió otra llamada informando de una segunda alarma, esta vez en otro lugar de la ciudad, donde fueron sorprendidas cuatro personas manipulando un cajero.

La forma de operar consistía en la fijación de una pletina metálica de similar aspecto al metal del cajero automático. Esta pletina cuenta con un pegamento o cinta adhesiva de doble cara en su parte interna para que cuando un cliente de la entidad bancaria proceda a efectuar un reintegro, en el momento en el que los billetes dispensados se dispongan para su salida queden atrapados en el pegamento, lo que permite apropiarse del dinero.

Los cuatro detenidos pertenecían a un clan familiar que actuaba en Sevilla y en Jerez, según la Policía, que mantiene abierta las investigaciones y no descarta nuevas detenciones de miembros de esta organización delictiva.

En junio del año pasado, la Policía detuvo en Cádiz a tres personas a las que atribuía unos veinte robos en cajeros mediante el método del lazo libanés. No obstante, el juez dejó a los arrestados en libertad con cargos.

Las detenidos entonces eran un hombre, su esposa y el hermano de esta última. Los eran son rumanos, afincados en Benalmádena, y según la Policía, formaban parte de una banda que desde la Costa del Sol se desplazaba a la capital gaditana para asaltar los cajeros de la zona de la Avenida.