Cabaña llegaba aparentemente contento a su último pleno como presidente de la Diputación y se acercaba al grupo popular para saludar uno por uno a sus diputados, entre ellos Mercedes Colombo, a la que dio dos besos. Flashes y más flashes para inmortalizar un momento que quizás no se repita en los próximos cuatro años, al menos en el mismo lugar, en el salón de plenos, cuando lleguen las disputas de las sesiones. Cristóbal Rivera, hasta ahora diputado de Personal, le daba su enhorabuena a Alejandro Sánchez, que será uno de los próximo vicepresidentes. García Bermúdez, diputado de Economía y Hacienda, comentaba con Juan Antonio Liaño (PP) las liquidaciones y asuntos económicos. "Ya nos distraeremos más adelante", se escuchó por parte de uno de los diputados que seguirán en la Corporación municipal cuando los periodistas charlaban sobre la cantidad de felicitaciones, saludos y abrazos entre unos y otros.

Ese fue el buen tono de la sesión que ponía fin a un ciclo en la institución provincial, final de 30 años del PSOE gobernando en Diputación y final a los ocho años de Francisco González Cabaña al frente de la misma. Los agradecimientos y felicitaciones seguían. "Tenemos la costumbre de que cuando alguien se muere todo el mundo dice que es muy bueno", soltó José Antonio Barroso en el que era también su último día en las instituciones, que no en política.

El secretario provincial del PSOE se sentaba por última vez en el sillón de la presidencia que desde el martes ocupará José Loaiza. Fue para el pleno más breve de la legislatura, un sólo punto para un trámite burocrático de aprobación de actas, a la que por cierto el Partido Popular se abstuvo.

Pero la noticia del pleno no estaba en el orden de l día sino en los momentos y palabras que reflejaron ese cambio de etapa. El presidente de Diputación en funciones aprovechó su última intervención como tal para desear suerte a los populares "porque falta les va a hacer", apostillaba. "Aunque a veces no lo pareciera -continuó- fue un placer compartir corporación con todos vosotros. Ahora estaremos enfrente haciendo una oposición fuerte y trabajando fundamentalmente por los ayuntamientos".

Y es que Cabaña quiso dejar claro su defensa de las diputaciones como instituciones necesarias, "fundamentales para el mundo de la política local y desde donde hemos puesto muchos instrumentos y proyectos en marcha, aunque haya que modernizarlas". "Y lo digo ahora, que no voy a estar", afirmó para darle más fuerzas. Durante su gestión "ningún municipio ha quedado desamparado", dijo, gracias a programas como el Plan de Ayuda Municipal para el Empleo y a las iniciativas lideradas por el IEDT de Diputación que convergen en la estrategia Cádiz 2012 Compite.

Otros diputados que se van quisieron hablar. Felisa Rosado, diputada del PP que no repetirá, siguió con el buen ambiente y dio las gracias a Cabaña "aunque hayamos tenido nuestras broncas políticas". Manuel Prado, del Partido Andalucista, agradecía haber formado parte de esta corporación y destacaba el trabajo "con honestidad y honradez de todos a pesar de que ser político se cotice ya a la baja". Pero también habló Barroso: "Felicito al PP pero no me alegro. Yo seguiré aquí en las antípodas y seguiré en la política como un feroz oponente de su política, que siempre atacaré", manifestó ex alcalde de Puerto Real de IU.

Trabajadores de Diputación se afanaban en preparar el salón de plenos para la toma de posesión del nuevo gobierno del PP el próximo martes. Por lo visto la sala estará a rebosar. A Pedro Pacheco, que será diputado de su partido, Foro Ciudadano, también se le vio por allí.