Arena, hierros y hormigón, mucho hormigón, en los cuatro puntos cardinales. La entrada a la capital se ha convertido en un campo de batalla, donde el conductor padece el asedio por doquier de las máquinas y el desconcierto de los desvíos provisionales junto a las infraestructuras nacientes. Se mire hacia donde se mire esta zona estará tomada por camiones, excavadoras y cuadrillas de obreros durante los próximos meses.

Asomados desde el requiebro, ese imprevisto y peligroso requiebro que hace la carretera de acceso a Cádiz desde Puerto Real, la vista no alcanza más que obras.

A la espalda, en dirección norte, camiones y palas se afanarán hasta la primavera en preparar los terraplenes provisionales sobre los que se levantará posteriormente el esperado parque industrial, tecnológico y logístico de Las Aletas. La actividad arrancó en agosto con el pomposo desembarco de los primeros volquetes. El ritmo es todavía pausado y se acelerará a partir del segundo semestre de 2010, cuando verdaderamente empezará la gran obra de construcción del polígono. Más de 400 hectáreas de nuevo suelo productivo -las otras 120 que componen el proyecto se recuperarán como reserva medioambiental- que harán que por este suelo de antiguos arrozales y marismas desecadas lleguen a desfilar hasta 15.000 camiones, según los cálculos de la propia Administración.

In situ y a la derecha (oeste), el complejo nudo del Río San Pedro. Este enclave será fundamental en las comunicaciones de la Bahía porque a través de él se distribuirá el tráfico procedente de la nueva autovía CA-35 (antigua N-443) hacia el segundo puente, el Carranza y la propia barriada puertorrealeña; un escalextric de carreteras formado por una gran rotonda y un puente de 800 metros de longitud y más alto que el actual.

Al frente, por supuesto, la megaconstrucción del segundo puente, el de La Pepa, cuyas pilas se han multiplicado ya a lo largo de la Cabezuela y han alcanzado las aguas de la Bahía. La ejecución está "a máximo ritmo", según relataba recientemente el director de obra a este periódico. Ya se ha finalizado la fase de cimentación, ahora se encuentra en la de levantamiento de las pilas y en primavera empezará la colocación de los tableros y, con ello, la revelación de la imagen final del puente.

Y, finalmente, a la izquierda (este), sobre las cenizas aún calientes de Delphi -todavía no ha culminado el proceso judicial de suspensión de pagos que certificará su muerte-, ha empezado a erigirse el futuro: la planta de Alestis Aerospace, el consorcio aeronáutico abanderado por el Grupo Alcor y la Junta de Andalucía. El inicio de las obras ha deparado una irónica imagen de la convivencia del pasado y el futuro industrial de la Bahía, ya que la factoría aeronáutica cohabitará pared con pared con Delphi al ocupar la antigua zona de aparcamiento principal de la multinacional automovilística.

A estas obras ya en marcha se unirán en 2010 las del ramal ferroviario de la Cabezuela que conectará el muelle puertorrealeño con la vía del tren. El nuevo enlace nacerá a 500 metros del actual apeadero de Las Aletas, atravesará el polígono de El Trocadero aprovechando una vía auxiliar en desuso que muere en Delphi y sobrevolará a través de un viaducto de 934 metros de longitud el nudo de carreteras del Río San Pedro, de forma que casi discurrirá en paralelo con el primer tramo del segundo puente.

Cuatro obras, a cuál más relevante para el futuro industrial y de comunicaciones de la Bahía de Cádiz, concentradas en un tramo de escasos diez kilómetros a la entrada de la capital. Un póquer de inversiones públicas (salvo la planta de Alestis, que es de capital mixto) que alcanza los 554,5 millones de euros, más de 55 por kilómetro. O, si se quiere, 92.260 millones de pesetas en total y más de 9.200 millones por kilómetro.

Entre estas astronómicas magnitudes destaca, como es lógico, la destinada al segundo puente y tercer acceso a la capital. 273 millones de euros, de los cuales cerca del 90% se han consignado entre 2009 y 2010. El horizonte de finalización está puesto en el primer semestre de 2011 porque La Pepa se convertirá en una enseña del Bicentenario.

Las Aletas es el segundo proyecto con más presupuesto: 182 millones aportados al Consorcio, en forma de capital y terreno, por el Gobierno central (55%) y la Junta de Andalucía (45% restante), a los que hay que sumar la contribución posterior de un millón de euros de la Diputación y el Ayuntamiento de Puerto Real.

La actuación arrastra un retraso de en torno a un año debido a los problemas legales y administrativos surgidos durante la ocupación del suelo y la expropiación a los propietarios del terreno, de ahí que las dos primeras partidas anuales previstas para 2008 y 2009, de 27,5 y 36,4 millones, hayan tenido un nivel de ejecución casi nulo. El relanzamiento definitivo confía en producirse el próximo año, cuando empezarán las obra de cimentación, construcción del viario y dotación de todos los servicios y conducciones, así la reforma de la finca La Cerería para acoger la sede del Consorcio.

El resto del montante millonario se reparte entre el ramal ferroviario, presupuestado en 19,5 millones de euros, y la planta de Alestis, que costará 80 millones y tiene la máxima urgencia porque deberá estar finalizada en febrero para, de inmediato, comenzar el montaje de la maquinaria y realizar las pruebas previas al inicio de la fabricación del A350 de Airbus, prevista para el otoño de 2010.

Estas inversiones jalonan ya el acceso a Cádiz, pero hay otras no muy lejanas que pueden sumarse a este carro de obras, como el soterramiento del ferrocarril a su paso por Puerto Real o las mejoras en el campus con la nueva Escuela Superior de Ingenieros y la ampliación de la de Ciencias como estandartes de esta renovación.