La sede del futuro Centro Tecnológico de la Piel de Andalucía abrirá sus puertas en 2010 para dar servicios a la marroquinería. Será un edificio de cuatro plantas que albergará un laboratorio de ensayo, una incubadora de empresas innovadoras y un área para la experimentación de nuevos materiales.

La Junta de Andalucía financia este proyecto que cuenta con una inversión de 6,2 millones de euros. Por su parte, el Ayuntamiento de Ubrique ha cedido una parcela de 2.062 metros cuadrados del Plan Parcial I para levantar este equipamiento. Los primeros trabajos se han iniciado ya con la fase de cimentación del edificio.

El consejero de Innovación de la Junta, Francisco Vallejo, presentó ayer de manera oficial el contenido de este macroproyecto a los empresarios de la piel, una apuesta que pretende unificar los servicios que presta a estos negocios. Al acto acudieron el alcalde de la localidad, Javier Cabezas, acompañado por responsables políticos y económicos del ámbito provincial y local y una amplia representación empresarial.

Cabe destacar que el Centro Tecnológico de la Piel (MOVEX) viene funcionando desde hace dos años a través de una fundación integrada por 22 socios. En él están representados el empresariado, la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, el Ayuntamiento, la asociación Empiel y la Cámara de Comercio de Cádiz.

El futuro edificio contará con cuatro departamentos. Habrá un área específica para los procesos de I+D+I, otro para la organización productiva, uno más para las tareas de promoción y marketing y una última para la información.

Francisco Vallejo habló ayer en Ubrique de la "aspiración" del sector por buscar nuevas fórmulas para competir basadas en la calidad y en la innovación. Destacó como claves para la marroquinería "las alianzas" para establecer una estrategia de desarrollo capaz de fortalecer a la industria de la piel frente a la globalización.

"Nos hemos propuesto que los que creen el conocimiento y los que lo apliquen no estén fracturados", añadió. Eso significa que Movex será un puente entre los agentes del conocimiento y los marroquineros. Ubrique se impone como un reto a corto plazo ayudar a las empresas de la piel andaluzas a conseguir más valor añadido. En este sentido, el consejero de Innovación alentó a la piel de Ubrique a buscar relación con otros sectores económicos nichos para ser más competitivos.