El barrio de La Casería tiene pocas vías de acceso al mismo, lo que en ciertas ocasiones provoque la sensación de no pertenecer al término municipal de San Fernando. Al menos eso se respira en las asociaciones de vecinos del barrio cuando ven que sus peticiones a los diferentes gobiernos que han ido pasando por la localidad caían en saco roto.

"El sentimiento que tenemos es de total abandono", explica Mariví Hernández, presidenta de la asociación de vecinos Casería de Ossio mientras recorre los diferentes terrenos sin vallar que se encuentran junto a la playa de La Casería y que se han convertido en escombreras y en el hogar de multitud de insectos. "Hace poco -comenta Hernández- vinieron y desratizaron la zona porque ya te las veías en mitad de la calle". Una imagen opuesta de lo que se suponía que iba a ser esta zona de viviendas. "Nos dijeron que teníamos mucha suerte de vivir aquí, que en los próximos años esto se iba a poner espectacular", recuerda con cierta tristeza al contemplar lo lejos que se encuentra la zona de las torres de la playa de La Casería de ese supuesto oasis con vistas a la Bahía. La petición, la del lavado de cara a esta playa, lleva en la mente de los vecinos incluso antes de la creación de esta nueva asociación vecinal. La asociación de vecinos La Inmaculada, dentro de sus propuestas de mejora de la zona, ya contemplaba la adecuación de la playa antes de que esta nueva agrupación se constituyera.

Ambas asociaciones coinciden en la necesidad de espacios para los jóvenes de la zona. "Al menos se debería arreglar el campo de fútbol para que los chavales tengan donde jugar", sentencia Maribel Barón, presidenta de La Inmaculada. Juntas denuncian la falta de jardines y espacios verdes. "No tenemos espacios verdes a menos que contemos los solares como tales", ironiza Hernández ante la situación. Otro de los problemas que desde La Casería denuncian con más urgencia es la adecuación de las cajas de luces que se encuentran junto a los descampados. Se trata de cajas electrificadas que no cuentan con ningún tipo de seguridad o de tapa. Los cables están al aire libre, algunos que se encuentran incluso sacados de sus conexiones. Los vecinos temen que estas cajas electrificadas acaben causando algún problema. "Nosotros hemos tenido muchas reuniones con el Ayuntamiento y siempre nos dicen que sí, que van a solucionarlo pero al final todo sigue igual", se lamenta Mariví.

El origen de esta imposibilidad de solucionar los problemas que sufren los vecinos de la zona se remite a que el Consistorio no puede actuar dentro de terrenos que no son propiedad municipal. Aunque en muchos casos no quede claro a quién pertenecen estas propiedades o no puedan hacerse cargo de las mejoras necesarias. "Por lo menos nos gustaría que vallasen los solares. Algunos tienen un desnivel bastante importante y cualquiera puede caerse dentro", explica Hernández.

Problemas similares con el mismo origen tienen los vecinos de la zona más antigua de la barriada. Concretamente con el solar que se encuentra en la calle Las Flores sobre el que caen muchas de las preocupaciones de los vecinos. Ante el estado de abandono en el que están, reclaman un arreglo de los árboles y matorrales que allí crecen sin control y que se han convertido en el hogar de insectos, ratas, "y hasta erizos hemos visto allí", explica Barón. Desde su entidad aseguran que en conversaciones con el gobierno local ha quedado prevista la actuación sobre el terreno, pero "aquí no ha venido nadie a solucionarlo.

Muy cerca de esta propiedad se encuentra otra de las zonas más preocupantes para estos vecinos. También existe el problema de la curva de la calle Magallanes. "Es una curva muy peligrosa y ya hemos tenido varios accidentes allí", explica la presidenta de La Inmaculada. Si bien es cierto que ya han comenzado las labores de asfaltado de la zona y la renovación del acerado, aún quedan muchas peticiones que los vecinos consideran necesarias para su día a día. "Hacen falta muchas cosas", se lamenta Barón. "Si vamos a convertir a San Carlos en el hospital de referencia de la zona necesitamos mejorar los accesos", añade Hernández, porque "si ya a ciertas horas tenemos atascos, cuando el hospital funcione a pleno rendimiento no se va a poder circular".

El malestar de los vecinos es evidente y en muchas ocasiones recriminan la falta de actuaciones por parte del Ayuntamiento al ser una barriada periférica. "Estos problemas no los habría en la salle Real", sentencian desde la asociación vecinal Casería de Ossio. "Somos de los vecinos que más IBI pagan y los que menos servicios recibimos", explica Hernández, que apunta que en la zona de las torres de La Casería la media que se paga del Impuesto sobre Bienes Inmuebles ronda los 700 euros por vivienda.

Mientras tanto los vecinos siguen realizando peticiones al Consistorio en busca de solucionar los problemas que llevan años denunciando y la ampliación de servicios públicos para una zona aún por explotar.