Cádiz es una provincia de contrastes. Barbate, Sanlúcar o Arcos se encuentran entre los municipios con menor renta de España, y los habitantes de La Línea tienen la esperanza de vida más baja de España, siendo el único municipio de más de 20.000 habitantes donde es inferior a 80 años, según ha desvelado esta semana el Instituto Nacional de Estadística.

Sin embargo, la inmensa mayoría de los gaditanos pueden disfrutar de los servicios públicos básicos como sanidad y educación sin tener que salir de su municipio, un lujo que no está al alcance de muchos españoles. Así se recoge en el informe Distribución de la población y accesibilidad a los servicios en España, publicado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) con el patrocinio de la Fundación Ramón Areces.

El estudio elaborado por los investigadores del IVIE y catedráticos de la Universidad de Valencia Francisco J. Goerlich y Joaquín Maudos, y por la economista del IVIE Silvia Mollá, detecta la vulnerabilidad de un porcentaje reducido de población, que reside en municipios pequeños y ubicados en el interior peninsular, que tarda más de 20 minutos en acceder a un centro de salud o a al colegio más cercano, e incluso más de 45 minutos en llegar a un hospital.

La población española presenta un elevado grado de concentración en el litoral y en las zonas urbanas. El 32% de los habitantes reside en las 52 capitales de provincia y sólo el municipio de Madrid aglutina el 7% de la población del país. Esta concentración genera problemas de despoblación en amplias áreas geográficas y revela importantes diferencias económicas.

De los 8.131 municipios que hay en España, la renta por hogar en los casi 6.000 que no superan los 2.000 habitantes es un 20% inferior a la media del país, mientras que las localidades con más de 500.000 habitantes disfrutan de una renta un 20% superior al promedio.

Existe una gran heterogeneidad en lo que se refiere a la importancia demográfica de la capital en su provincia. En Álava o Zaragoza, la capital acoge a más del 70% de la población, mientras que en Cádiz o Pontevedra no llega al 10%. Hay que recordar que Cádiz es la única capital superada por otros dos municipios de su propia provincia en número de habitantes (Jerez y Algeciras) y que de acuerdo con los datos del padrón, ha perdido 30.000 habitantes en las últimas tres décadas.

El factor diferencial de la provincia de Cádiz es la concentración de la población en núcleos de medio tamaño en comparación con otras provincias. El 42% de los municipios de Cádiz no cuenta con centro de salud, uno de los porcentajes más reducidos de España. Esto afecta al 5% de los habitantes de la provincia y a un porcentaje similar de la población de más de 65 años, la cifra más baja de todo el país tras las cuatro provincias gallegas, Las Palmas y Murcia.

Contrasta con la situación de provincias como Zamora o Segovia, donde más del 40% de la población en general, y el 50% de los mayores de 65 años, no disponen de centros de salud en su localidad de residencia. Esta carencia se suple con consultorios locales, que cuentan con personal sanitario desplazado desde los centros de salud de referencia, con un horario de atención reducido.

Lejanía del hospital

Cádiz se sitúa por encima de la media española en lo que se refiere al porcentaje de población que reside a una distancia superior a 30 minutos de un hospital. El 12,1% de los gaditanos vive a más de media hora de un hospital, tres puntos por encima de la media española, a una distancia media de 21,6 kilómetros.

Una vez más, hay una gran disparidad entre zonas geográficas. El peor registro es el de Cuenca, donde el 56% de la población en general, y más del 60% de los mayores de 65 años viven a más de 30 minutos del hospital más cercano, a una distancia media de 54 kilómetros. En el caso de Ávila y Teruel, la mitad de la población de la tercera edad también reside a más de media hora de un hospital, que se sitúa a una distancia media de 54 y 46 kilómetros, respectivamente. En el extremo opuesto se encuentran Barcelona o Guipúzcoa, donde apenas el 0,3% de la población vive a más de 30 minutos de un centro hospitalario.

Distribución de colegios

Otro tanto ocurre en la dotación de centros educativos. Todos los municipios de Cádiz cuentan con un colegio de primaria, una situación que sólo ocurre en Sevilla, Murcia, Pontevedra y las dos provincias canarias. Esta situación contrasta con Segovia, donde el 17% de los alumnos de tres a once años tienen que desplazarse a otra localidad porque no hay colegio en su lugar de residencia, Zamora (14,2%), Teruel (13,8%) o Huesca (13,5%).

En cuanto a la educación secundaria, sólo el 0,3% de los alumnos gaditanos de entre 12 y 15 años no cuentan con un centro en su municipio, el porcentaje más bajo de toda España tras Las Palmas. El centro y el norte peninsular vuelve a salir peor parado en esta comparativa. Casi el 40% de los alumnos segovianos de secundaria tienen que desplazarse a otra localidad, mientras que en otras diez provincias del norte y el centro de la península (Toledo, Zamora, Salamanca, Lérida, Navarra, Orense, Cáceres, León, Cuenca, Ávila y Teruel) el porcentaje oscila entre el 31% y el 20%.

El grado de accesibilidad a los centros de educación primaria es muy elevado, pero las diferencias regionales son importantes. Más de 75% de los municipios de Castilla y León carecen de colegio 🆕📔👉Monografía @FundacionAreces e #Ivie https://t.co/AjqHZBjP5W pic.twitter.com/XAyROlgfVD

— Ivie (@Ivie_news) May 25, 2021

El mismo panorama se repite en los centros de bachillerato. Sólo el 2,7% de los escolares gaditanos de 16 a 18 años no tienen centro educativo en su municipio, porcentaje sólo superior al de Las Palmas (1,3%) y Murcia (0,9%). Segovia vuelve a ser la provincia peor parada, con casi el 40% de los alumnos de bachillerato sin instituto en su localidad, seguida de Teruel (37%), Toledo (35%), Salamanca y Navarra (34%) y Cuenca y Cáceres (33%).

A juicio de los autores, estas cifras revelan una realidad demográfica llamativa de muchos municipios pequeños. En una gran parte de los de menor dimensión no existe población en las franjas de edad escolar y por tanto no existe problema de accesibilidad, pero existe, por otra parte, un problema de relevo generacional importante, lo que agrava la situación de despoblación.