Hacía tiempo, muchos meses, que el delegado provincial de Empleo de la Junta, Juan Bouza, no hablaba del tema Delphi. Ayer se liberó. En un acto sencillo, como es la entrega de diplomas a la finalización de un taller de empleo en Puerto Real, Bouza aprovechó la presencia de cuatro ex empleados (que quisieron recordarle de una forma peculiar que su problema no ha acabado) para aclarar términos.

En la puerta del edificio municipal en el que se celebraba la referida entrega de diplomas, cuatro de los ex Delphi aguardaban a Bouza. Decían que habían llegado al compromiso de no acudir los 600 que quedan sin empleo porque junto a ese edificio hay un colegio, "y no queremos que a nadie se le ocurra usar a los niños como excusa, por eso venimos nosotros". Pero no iban solos.

Con ellos, una corona fúnebre, con una leyenda: Los parados de la Bahía no te olvidan. Y llegó el delegado. A pie de escalera, uno de los ex empleados, antiguo responsable de la sección sindical de CGT en el comité de empresa de Delphi, Isidro Jiménez, quiso estrechar la mano de Bouza. No hubo suerte. A continuación, quisieron hacer solemne entrega de dicha corona. Tampoco pudo ser, y el delegado de Empleo penetró en el edificio con un evidente rostro de enfado.

Un síntoma de la tensión que ahora mismo existe entre el colectivo Delphi y la Policía es que la presencia de los cuatro ex empleados hizo que se personaran en los alrededores hasta una quincena de agentes de la Policía Nacional.

Pese a que el responsable de Empleo se mostraba reticente a hablar de lo sucedido, al final del acto de los diplomas, se decidió a hacerlo, sin tapujos. Para Bouza, la situación de los ex trabajadores de Delphi no es la misma de cuando cerró la fábrica y lo resumió de esta forma: "En 2007 Delphi cierra, se hace un acuerdo con los trabajadores, nos comprometimos a recolocar a 1.900 personas con medidas sociales suficientes para ellos, y de ellos nos quedan más de 500. Estamos en una situación muy difícil desde el punto de vista económico pero estamos y seguimos comprometidos en dar solución al cien por cien de los trabajadores. Pero, ojo, lo que nadie puede pretender es tener la situación que tenían cuando estaban en Delphi, porque Delphi ya no está, y como ya no está, nadie puede seguir con la gorrita de Delphi. Incluso algunas veces me gustaría eliminar el concepto Delphi, ahora son desempleados que tienen el compromiso de la administración de buscarles una recolocación, pero ya Delphi no está y las condiciones laborales de Delphi son las que pactaron esos trabajadores con su empresa, no con nosotros. Yo no puedo traer a otra Delphi ni exigir a una empresa que les pague lo que cobraban allí".

Ese fue su análisis de cómo empezó todo y de cómo está ahora. Pero también se refirió a la situación particular de este colectivo: "Es complicado porque no vienen muchas empresas o bien las hay que dicen que no quieren contratar a ex Delphi o quiere otros perfiles. Puede que una necesite 20 ingenieros y no quiera 20 operarios. Desde el Plan Bahía Competitiva, esta mañana, su gerente, iba a una reunión para seguir vinculando ofertas de empleo. Lo que ocurre es que, desgraciadamente, esto no es un huevo que se eche a freír. Y eso lo tenemos que entender todos, tenemos 175.000 demandantes de empleo en la provincia y todos tienen el derecho al empleo. Nuestro objetivo no sólo es recolocar a los más de 500 de Delphi, no lo olvidemos, sino que también nuestro compromiso es poner las bases políticas para que la situación económica permita que en el plazo menor posible baje el número de parados en la provincia".

Los cuatro que portaban la corona también expresaron su deseo de hacer entrega floral al alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso. El motivo, como expresaron, no era otro que ser socio de gobierno del PSOE en Diputación, "el mismo partido que ahora nos quiere dejar tirados".

Pese a que finalmente Barroso no pudo acudir a la cita, la intención de los ex operarios llegó a sus oídos, y no ocultó su enfado: "Esa corona, que se la entreguen al movimiento obrero, que está muerto en la Bahía; que se la entreguen a quienes firmaron el acuerdo con la Junta; a quienes se plegaron a una nueva farsa del PSOE que lleva engañando a los trabajadores desde hace decenios; a los representantes sindicales de Delphi, que un día me dijeron que me metiera en mis asuntos, Antonio Pina dixit; que se la entreguen a quienes con su comportamiento modificaron el resultado electoral de las últimas municipales, porque aún recuerdo sus aplausos a Zapatero cuando dijo que no los dejaría tirados; a Antonio Fernández; y que se la repartan entre ellos cuatro, que fueron copartícipes del desafuero cometido con Delphi. Que no me la entreguen a mí ni a mi Ayuntamiento, que pedimos la intervención pública de la fábrica, que nos comprometimos los primeros y encabezamos la lucha contra el cierre; ni a mí ni a mi Ayuntamiento, que fuimos traicionados. Aquí estaré siempre para defender los intereses de los trabajadores, pero no más traiciones".

Sobre lo ocurrido el pasado lunes y sobre la situación que vive este colectivo, también se pronunció ayer el responsable del Metal en CCOO-Cádiz, Jesús Serrano. Según explicó ayer a este periódico, "la actuación de la Policía fue desproporcionada y se actuó sin profesionalidad, con negligencia". Además, recordó que "a día de hoy, la realidad de Delphi se sustenta en tres patas: Gadir Solar, que se encuentra sin producción; Alestis, que está sin actividad y sin nada a la vista; y sin nuevas empresas a la vista. Las tres son un fracaso absoluto de la Junta de Andalucía". Por último, Serrano se preguntó "dónde está el peso del PSOE gaditano en la Junta, cuando hay una empresa de aerogeneradores dispuesta a invertir y crear empleo y se la llevan a Almería".

Y, como habían anunciado, los ex Delphi asistieron por la tarde a la concentración convocada en la capital por la plataforma social Bahía de Cádiz contra la crisis. Con ellos llevaron la corona fúnebre, que colocaron delante de la pancarta que recogía el lema del acto: Ante la crisis, expropiación de la banca, ya. También se unieron miembros de otros colectivos como Izquierda Capitalista, Brigadas Amarillas y representantes de diversos sindicatos. Asimismo, acudieron algunos alcaldes, como el de Espera, Pedro Romero, y el parlamentario andaluz Juan Manuel Sánchez Gordillo. En total, unas 700 personas de toda la provincia se reunieron en la Plaza del Palillero para protestar contra la situación de crisis actual. Muchos de ellos venían de la Sierra, donde se habían fletado diez autobuses.

"¡Que se nos muere Cádiz!", "¡PSOE traidor!", gritaban algunos de los ex trabajadores de Delphi. Los miembros de la plataforma convocante añadieron: "¡Solidaridad con los compañeros de Delphi!". Después, todos comenzaron a entonar diversos lemas como "¡Expropiación contra los bancos!", "¡lucha obrera contra el paro!", "¡la crisis que la paguen los capitalistas!", "¡Griñán y Zapatero, embusteros!", entre otros. Y animaban a los ciudadanos a convocar una nueva huelga general.

Representantes de cada uno de los colectivos tomaron la palabra. Un ex empleado de Delphi contó el altercado que habían tenido el día anterior con la policía y quiso recordar que "tenemos un compañero en el hospital por la carga desmedida de los guardianes del PSOE, por mantener la cueva de Alí Babá". Afirmó que habían acudido a la concentración "para apoyar el trabajo en toda la Bahía" y "demostrar que el problema no es sólo nuestro". También se leyó un manifiesto contra la crisis.

Tras permanecer aproximadamente una hora en la plaza del Palillero, los convocantes propusieron "tomar la calle". Y al grito de "¡Zapatero embustero!" enfilaron la calle Ancha. Sin dejar de vocear, recorrieron Ancha, Cánovas del Castillo, Sagasta, San Francisco y Beato Diego hasta llegar a la puerta de Diputación. Allí les estaba esperando un dispositivo policial y, tras unos momentos de tensión y unas palabras de Diego Cañamero, secretario general del SOC y portavoz nacional del SAT, los ánimos se calmaron y se dio por concluida la manifestación. Los convocantes animaron a los presentes a asistir a la mesa redonda que se celebrará el viernes en la Facultad de Filosofía y Letras y a la huelga de consumo convocada para el lunes y el martes.