Nuevo giro en la instrucción del caso de los niños fallecidos en La Bajadilla. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras ordenó ayer la búsqueda y captura de la madre de los pequeños, Hafida el Ouahabi, tras no presentarse ni justificar su falta al careo convocado para tratar de dirimir las discrepancias entre su versión de los hechos y la de su cuñada, Imane Benalal, ambas imputadas por un supuesto delito de homicidio imprudente.

Las dos estaban citadas a las 10:30 en el Palacio de Justicia de Algeciras. Benalal llegó temprano mientras que El Ouahabi acabó por no aparecer.

Su abogado, Isaac Soler, explicó a Europa Sur que un amigo en común de las mujeres, llamado Adil Nam, llamó por teléfono a su asistente a las 10:24 horas (cinco minutos antes de la hora fijada) y le comunicó que un momento antes le había telefoneado Hafida alertándole de que estaba retenida por varias personas en contra de su voluntad. La asistente de Soler, Ana Tenorio, expuso la misma versión a preguntas de este periódico. "Llamó diciéndole a gritos que había unas personas que se la llevaban", sostuvo. Tenorio explicó que tuvo que comparecer ante el juez instructor para dejar constancia de la llamada.

Así, del careo inicialmente previsto se pasó a la tramitación de la orden de búsqueda y captura. Paralelamente, la defensa de El Ouahabi intentó, también sin éxito, que Nam acudiera a los juzgados esa misma mañana para aportar su testimonio. El juez acordó, igualmente, ordenar su búsqueda policial.

El Ouahabi tenía retirado el pasaporte por orden del juez como medida cautelar. Frente a la justificación aportada, tanto el letrado de la cuñada como el del padre de los pequeños -personado como acusación particular- coincidieron a su salida de los juzgados en restar credibilidad a la versión del supuesto secuestro y estimaron que la madre haya cruzado la frontera hacia Marruecos aprovechando el trasiego de la OPE. "El juez no se ha creído esa versión y la ha puesto en busca y captura", sostuvo Carlos Rolín, letrado de la cuñada quien, además, anunció que pedirá la extensión de la orden al ámbito internacional. También tramitará una solicitud ante el juez para que su cliente sea desimputada "inmediatamente".

Para Francisco Martín, letrado de la acusación particular, la incomparecencia de la madre de los pequeños supone una clara acción para eludir la Justicia. "No ha podido aguantar la presión del proceso de instrucción. A los hechos me remito", valoró.

Al filo de las once de la mañana, y ya suspendida la prueba, Imane Benalal salió del Palacio de Justicia. Fue recibida entre aplausos por varias mujeres de origen magrebí que le esperaban. Benalal insistió ante los medios de comunicación en su versión de los hechos: que no estuvo esa tarde con los niños y que llamó "30 veces" a la madre. "No es una madre buena. Siempre los dejaba en casa con la puerta cerrada. No tiene corazón. Ella no llora por los niños", declaró.

En cualquier caso, la instrucción del proceso judicial continúa adelante. El próximo viernes 12 están citados a declarar seis testigos, principalmente vecinos, que aparecen en las primeras diligencias de la Policía. La defensa de El Ouahabi también ha propuesto un testigo adicional, una mujer que no aparece en el atestado pero que el letrado Isaac Soler considera relevante para la instrucción.

El careo buscaba aclarar las versiones contrapuestas de las dos imputadas sobre lo sucedido el 30 de mayo en la calle Huesca, cuando los dos pequeños fueron hallados muertos como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono. La madre sostuvo en declaraciones previas que los había dejado al cargo de su cuñada y los encontró solos y sin vida al llegar de trabajar, tras recibir horas antes una llamada de la cuñada donde le informaba de que los iba a duchar. La cuñada, por su parte, defiende no estuvo con los pequeños y que llamó varias veces a la madre para reclamar su presencia.