El gobierno municipal negocia con Medio Ambiente la puesta en marcha del proyecto para la reordenación de los accesos a la playa de Camposoto a lo largo del próximo curso, una vez concluya la temporada estival que ahora alcanza su ecuador.

Para el Ayuntamiento es una prioridad que ahora, tras la propuesta de desafectación de 17 hectáreas del acuartelamiento de Camposoto que ha hecho el Ministerio de Defensa, cobra además una importancia estratégica. De hecho, la playa es uno de los proyectos estrella de los presupuestos municipales de 2016, que entraron en vigor el pasado 15 de julio. Y después de las obras para la rehabilitación integral del Ayuntamiento que están en marcha es la inversión más elevada que se contempla para este ejercicio: hasta 1,2 millones de euros se reservan para transformar la entrada de la playa de Camposoto, reordenar carriles de circulación y aparcamientos y hacerla más confortable y accesible para los usuarios. Y, por supuesto, más atractiva para los visitantes. Y eso es solo la parte de la actuación que correrá a cargo del Consistorio isleño ya que la Junta de Andalucía se ha implicado en el proyecto y se ha comprometido con el equipo de gobierno que comparten PSOE y PA a asumir una parte de esta actuación que aspira a ser un revulsivo para la imagen turística de la playa isleña: la colocación de un paseo marítimo a base de pasarelas de madera que discurriría por toda la franja que linda con el caño de la playa y que además solventaría las carencias que el diseño actual de la playa -realizado hace ya doce años, cuando se hizo la nueva carretera- presenta para los peatones y que son objeto de continuas protestas ciudadanas.

La ejecución del proyecto, según los acuerdos a los que han llegado ambas administraciones, se repartirá así en dos mitades: el Ayuntamiento asumirá todo lo que es asfaltado y reordenación de carriles y aparcamientos y la Junta se hará cargo del paseo peatonal. El gobierno municipal cuenta ya con el proyecto que, de hecho, se presentó hace un año -en septiembre de 2015- y que ha sido ya supervisado por la Delegación Territorial de Medio Ambiente y por el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Así que, una vez que los presupuestos municipales han entrado en vigor, nada impide que la actuación se ponga en marcha, al menos en lo que toca a la parte que correrá a cargo del Ayuntamiento. De hecho, la idea del ejecutivo municipal siempre ha sido impulsar los trabajos al término de la presente temporada estival para contar así con unos holgados plazos para ejecutar las obras sin temor a que pudiera verse afectado el siguiente verano.

Según la alcaldesa, Patricia Cavada, desde el Ayuntamiento se intenta también coordinar la actuación con la Junta de Andalucía. De hecho, en declaraciones realizadas a este periódico, la regidora explicó que la Consejería de Medio Ambiente está actualmente revisando el proyecto de las pasarelas peatonales de madera para darle una solución más acorde con el entorno del Parque y con mejor encaje: inicialmente estaba previsto una estructura pivotada y ahora se plantea que sea abalconada sobre el caño de la playa.

Lo que desde el equipo de gobierno se negocia con la Junta es que la actuación, tras el verano, pueda llevarse a cabo en su integridad, de una sola vez e, incluso, que todo pudiera incluirse en un mismo contrato manteniendo el acuerdo de los costes que asumiría cada administración. Con eso se conseguiría que toda la obra se ejecutara al mismo tiempo. El presupuesto total de la actuación todavía no se ha cerrado si bien el Ayuntamiento calcula que el proyecto podría superar los dos millones de euros. Con respecto a los plazos de ejecución se estima que los trabajos tendrían una duración de entre a cuatro a seis meses, un periodo al que habría que sumar el tiempo que requiere toda la tramitación administrativa de las obras. De ahí también que se intente solventar su puesta en marcha a la mayor brevedad posible con vistas al próximo verano.

La reordenación de los accesos de la playa diferencia entre dos zonas: la primera, desde la rotonda de las banderas hasta la primera curva; y la segunda, desde ese punto hasta el final de la carretera paralela a la playa. En el primer tramo se pretende la creación de una acera de 1, 80 metros de ancho (pegada a la zona de La Leocadia), la definición de cuatro carriles -dos en cada sentido-, la delimitación de un carril bici de 2,40 metros y la continuidad de la bolsa de aparcamiento del Pozo Alcudia bien definida. En el segundo tramo se colocaría una plataforma a modo de acera de 1,80 metros de ancho (en la margen del Parque Natural), los aparcamientos en línea ocuparían 2,20 metros de ancho, se dibujarían tres carriles -uno de ellos reversible-, se reservaría una franja de 4,50 metros para aparcamientos en batería, se daría continuidad al carril bici (de 2,40 metros de ancho) y se dejaría el mismo espacio como acera, de nuevo en una plataforma en este caso sobre el caño.