Detrás de la historia de Carmen Arcas está el esfuerzo de toda una familia. Una familia que creyó y cree además que en el movimiento asociativo estaba y está la solución. Su madre, María Ruiz, lo tiene claro. En la defensa de los derechos de su hija es fundamental la asociación Autismo Cádiz. “A mi hija, como mujer, quiero que la respeten como a cualquier mujer. Y que se vele por su bienestar y se garanticen sus derechos, ahora y en el futuro”.

Carmen Arcas es la protagonista en el mes de enero de la campaña que la entidad inició con el calendario solidario de 2022 y que tiene como lema: ‘Igualmente visibles, igualmente responsables’. Con ella pretende visibilizar el derecho a la igualdad dentro del colectivo con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Esta campaña, como hace el calendario, irá recorriendo las historias de seis mujeres con autismo y seis padres cuidadores, mes a mes, para dar luz al derecho a la igualdad recogido en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 de las Naciones Unidas.

Se trata, en definitiva, de poner el foco en la igualdad como un derecho transversal inherente a la entidad y que cumple una doble misión: hacer visibles a las mujeres con TEA (actualmente solo uno de cada cinco casos diagnosticados es una mujer) y mostrar la implicación de la figura paterna en el acompañamiento de sus hijos e hijas con autismo.

María Ruiz, madre de Carmen Arcas y actualmente miembro de la Junta Directiva, recorre la vida de su hija desde su nacimiento hasta el momento presente. Actualmente Carmen forma parte del Centro de Día de Puerto Real, del servicio de Ocio y participa en las colonias. María Ruiz recuerda el diagnóstico, primero como persona con Trastorno del Desarrollo y ya bajo el paraguas de Autismo Cádiz, como persona con TEA, cuando Carmen tenía cinco años. Rememora también su etapa educativa en el Centro de Educación Especial La Merced, en Jerez y su paso por los diferentes servicios de la entidad donde Carmen ha ido evolucionando en muchos aspectos de su calidad de vida y en su propio empoderamiento.

María Ruiz se fue implicando además en la entidad y hace aproximadamente una década entró a formar parte de la Junta Directiva. Reconoce especialmente la labor de la asociación en cuanto a la defensa de los derechos de su hija como persona y como mujer. “Velan y trabajan por su dignidad, por su integridad y aunque parezca una obviedad, la respetan en todo, en sus decisiones, en sus preferencias, en sus gustos, etc. Eso nos da mucha tranquilidad, de cara al presente y al futuro”, concluye.