La operación puesta en marcha el pasado fin de semana por el Ayuntamiento de Barbate consiguió alejar el botellón de la zona de la antigua lonja pesquera y que la noche del sábado regresara la tranquilidad para los vecinos. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local persuadieron a los jóvenes para que se concentrasen a beber en un lugar suficientemente lejano de las viviendas, al final del río.

Los vecinos confirmaron que no han padecido molestias por el ruido de los coches discoteca y que por la mañana no hallaron la zona repleta de basura y otros restos y con olor a orina y a vómitos. El alcalde de Barbate, Rafael Quirós, anunció que el Ayuntamiento permanecerá en alerta con el objetivo de evitar que el botellón se desplace de nuevo a la avenida Cabo Diego Pérez.

Desde hacía unas tres semanas, los vecinos venían sufriendo los efectos del botellón y no conseguían resolver el problema. El Ayuntamiento había intentado frenarlo el anterior fin de semana pero no había tenido éxito.