Provincia de Cádiz

Adiós a cuatro décadas de Selectividad

  • Mañana comienza la última Prueba de Acceso a la Universidad. Fue un modelo impulsado por la 'ley Esteruelas' en junio de 1975.

Mañana comienza la última Selectividad de la historia. La Prueba de Acceso a la Universidad se despide tras 41 años para dar paso a un nuevo modelo de reválida recogido por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Fue en junio de 1975 cuando se puso en marcha por primera vez la prueba que en su momento se conoció como ‘ley Esteruelas’, en referencia al ex ministro franquista de Educación que la impulsó, Cruz Martínez Esteruelas.

Con esta nueva modalidad, se buscó dar respuesta a la creciente demanda de estudios universitarios por parte de los jóvenes españoles. En la primera convocatoria, los exámenes constaban del resumen de una conferencia, un análisis de texto y preguntas sobre Lengua y Literatura y dos materias optativas. 

Tras cuatro décadas, el modelo ha ido cambiando hasta llegar al actual, en el que los aspirantes a la universidad se presentan a una fase general obligatoria compuesta por cuatro exámenes (un comentario de texto de Lengua castellana y Literatura; lengua extranjera; Historia de la Filosofía o Historia de España, y una materia de la modalidad de 2º de Bachillerato). 

La fase específica o voluntaria, que realmente no se considera así porque es casi indispensable para conseguir una nota de acceso adecuada, está compuesta por asignaturas de cada modalidad de 2º de Bachillerato como matemáticas, historia del arte, lenguaje y práctica musical, diseño, biología, dibujo técnico o latín.

El próximo curso la historia volverá a cambiar y serán los hoy alumnos de 1º de Bachillerato los que se enfrentarán a una nueva prueba aún sin definir completamente. Concha Valero, vicerrectora de Alumnos de la Universidad de Cádiz, explica que desde el Ministerio de Educación se decide cambiar porque “entienden que la Selectividad no es selectiva y la aprueban un grueso de personas muy grande y había que compaginar qué era aprobar el Bachillerato con qué era aprobar esa Selectividad”.

Para ello se dictó una Ley Orgánica que recoge que los jóvenes deberán realizar una prueba de nivel del Bachillerato, o reválida, y para ello se realizarán exámenes sobre  1º y 2º, lo que servirá al alumno para obtener el título y poder acceder a los estudios superiores. Luego, deja en manos de la Universidad la realización de una prueba específica para la admisión de los jóvenes y en ese caso sería cada administración la encargada de decidir el sistema. 

Según Valero, “lo complejo es compaginar la prueba de nivel del Bachillerato con la de admisión que debería hacer la Universidad, aunque se seguirán manteniendo los mismos parámetros de ponderación que los actuales y se hará una prueba similar a la actual”. No obstante,  la vicerrectora sostiene que “lo que no quiere la universidad pública andaluza es tener al alumno constantemente examinándose”. Por ello, defiende que lo más adecuado sería que esa prueba de nivel de Bachillerato le sirviera directamente al alumno para ser admitido en la Universidad y se conviertiese en un test único.

Debido a su experiencia, lo que tiene claro es que “buscaremos la mejor manera de desarrollarla, con el objetivo de que no se convierta en un inconveniente para los alumnos y sus familias”.  

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