Provincia de Cádiz

Absuelto un acusado de romperle la mandíbula a un hombre en Rota

  • El fiscal pidió 4 años y 7 meses pero la Audiencia dice que no hay pruebas, sólo dudas

La Audiencia Provincial de Cádiz ha absuelto a un acusado de golpear a un hombre en un bar de Rota y romperle la mandíbula y causarle otras lesiones. El fiscal pidió en el juicio cuatro años y siete meses de prisión para el procesado, quien negó que fuese él quien atacó a la víctima. El tribunal considera que no está acreditado que el autor de la agresión sea el acusado y que en el caso hay dudas: sobre en qué momento fue agredido el lesionado, en qué lugar y, sobre todo, acerca del autor o autores de los golpes. Dudas que impiden, dice, dictar una sentencia que no sea absolutoria.

La resolución de la Sección Primera, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Carlos Campo, destaca "la probanza desplegada y el esfuerzo meritorio" del fiscal. Pero afirma que no puede darse por constatada la participación directa, material y voluntaria del procesado en los hechos ocurridos el 10 de enero de 2009 en un pub de Rota.

En ese establecimiento, La Parranda, coincidieron ese día, de noche, P. (el procesado) y J. (la víctima). La sentencia relata que el acusado llegó al bar con un grupo del que formaba parte otra persona, B., con quien J. había tenido encuentros anteriores que desembocaron en riñas. Y que J., que estaba en la barra y bebido, se acercó a B. y le preguntó que si se acordaba de él. B. le respondió que sí, que lo recordaba. Y J. se fue hacia el servicio y al volver se paró de nuevo a hablar con B., a quien le dijo que si es que quería pelea. Ante la negativa de J., el otro regresó a la barra. Aunque antes entró en escena el procesado, P., al interceder en la conversación y apartar con el brazo a J. de B., con la intención de poner fin a la disputa verbal.

Fue más tarde, explica la sentencia en el apartado de hechos probados, cuando una persona no identificada se dirigió a la barra del pub, se situó junto a J. y, sin que mediase palabra, le propinó distintos golpes. J. cayó al suelo herido.

Las lesiones que sufrió J. fueron importantes. La víctima requirió cirugía oral y maxilofacial. Precisó 123 días de sanidad para alcanzar la curación y permaneció siete en el hospital. Entre las secuelas figuran un déficit de agudeza visual y una alteración traumática de la oclusión dental por lesión inoperable. También un perjuicio estético moderado: tres cicatrices en el rostro.

La sentencia indica que tras oír al acusado, a la víctima y a varios testigos de lo sucedido y analizar pormenorizadamente las distintas versiones, sólo puede llegar a un "estado de duda", incapaz de alumbrar una condena. El tribunal explica que J., la víctima, declaró en el juicio que en ningún momento vio quién le golpeaba. Reconoció que había bebido bastante. Y dijo también que no tuvo ningún enfrentamiento con el procesado, al que ni conocía.

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