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El sueño de Europa se desvanece

  • Las dificultades para superar la crisis económica han multiplicado el hartazgo, la apatía y la desafección popular por el proyecto comunitario · La mitad de los alemanes desearían volver al marco

No es de momento un peligroso virus ni tampoco parece una resistente bacteria, pero a medida que aumenta la incertidumbre sobre la capacidad de la Unión Europea (UE) para superar la grave crisis de deuda soberana desde su epicentro en Grecia, los europeos comparten "síntomas" similares: hartazgo, apatía y fuerte desafección por el proyecto comunitario.

No faltan quienes se preguntan entre bastidores en el edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea en Bruselas, o en los acristalados pasillos del Parlamento Europeo en Estrasburgo si no será esto el comienzo de una "epidemia de eurodepresión", según señalaba el pasado viernes un editorial de la emisora pública gala France-Info.

En todo caso, el Ejecutivo de los 27 socios del bloque se ha dado cuenta de que está comenzando a perder una decisiva batalla: la del entusiasmo de los casi 500 millones de ciudadanos en el proyecto de la Europa unida e intenta colmar la denominada "brecha democrática": la distancia, muchas veces galáctica, entre políticos y representados.

En ese sentido, los expertos en comunicación y publicidad al servicio de las instituciones europeas han tenido que dar muestras de su mejor creatividad. Entre las nuevas estrategias "de choque" para intentar recuperar el apoyo ciudadano figura el nuevo espacio Tengo una pregunta para..., un espacio de preguntas, en formato estadounidense, al que se sometará el próximo 6 de octubre el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso en Youtube. La página www.youtube.com/worldview ya está abierta para que los internautas del mundo envíen sus preguntas al jefe máximo de Bruselas y también el canal de televisión Euronews, uno de los altavoces más fieles de las políticas que realizan las instituciones de la UE. Las preguntas más votadas serán las elegidas para plantearle al portugués.

El Parlamento Europeo, que cuenta con su propio canal de televisión, que se puede consultar en la web, estudia proponer nuevos sistemas de votación para intentar disminuir la elevada abstención que se repite en cada comicio europeo desde hace más de dos décadas.

Y es que a pesar de que Alemania, la principal economía de la UE, haya disipado el jueves los nubarrones que se cernían sobre el futuro del euro, con la aprobación de la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), los ritmos excesivamente lentos aplicados por los líderes de Europa para salir de la crisis y la falta de un liderazgo claro han hecho mella, provocando una "euroapatía" ciudadana.

Según los resultados de una encuesta publicada por el semanario alemán Focus, el 50% de ciudadanos germanos desearían regresar al marco, la moneda considerada referente de la estabilidad económica y de la solidez de su economía.

De acuerdo con el estudio de la empresa demoscópica Emnid, los más críticos con el euro son los socios liberales de la canciller Angela Merkel, el FDP: el 70% de sus votantes quieren volver al marco.

Tampoco el último estudio realizado por la fundación privada German Marshall Fund entre 12 de los 27 socios del bloque comunitario, aporta mucho optimismo sobre el europeísmo de los ciudadanos: el 53% de los consultados opinaron que el euro tiene un "efecto negativo" en la economía de sus respectivos países, mientras que sólo el 40 cree que es positivo. La pregunta es ahora: ¿en qué creen los europeos? Si se toma como termómetro del compromiso ciudadano la participación en las elecciones al Parlamento Europeo, la única institución comunitaria elegida por sufragio universal (desde 1979), el panorama es desolador.

Según datos de la agencia estadística comunitaria, Eurostat, desde 1979, la curva ha ido descendiendo en picado: la desafección y el desinterés de los europeos por sus instituciones no deja de bajar.

Consciente de que la "brecha democrática" entre los ciudadanos de la Europa unida y sus instituciones es cada vez mayor, el Parlamento Europeo estudia proponer una iniciativa acorde con los tiempos: facilitar la votación por internet, especialmente útil para los más jóvenes, en los próximos comicios europeos.

El "gancho" es simple: primero se les "atrae" a redes sociales como Facebook con temas cercanos a su edad y perfil, incluidos videos en Youtube, y luego se les invita a votar mediante un enlance específico con la Eurocámara: simple pero eficaz.

El proyecto, en fase experimental, se enmarca en el Panel de Opciones Científicas y Tecnológicas del Parlamento Europeo (STOA), coordinado por el experto en Internet Bernd Beckert. El mejor ejemplo en Europa es Estonia, que ya en 2005 introdujo ese sistema para las elecciones nacionales y para la Eurocámara, según informa la propia web de Estrasburgo.

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