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Los serbios siguen en tinieblas diez años después de la caída de Milosevic

  • Belgrado está en la vía hacia la Unión Europea pero muchos ciudadanos están decepcionados porque esperaban más reformas y mejoras económicas

Una década después de la caída de Slobodan Milosevic y del inicio de los cambios democráticos, Serbia se encuentra finalmente en la vía hacia la Unión Europea (UE), pero muchos ciudadanos están decepcionados porque esperaban más reformas y mejoras económicas.

En una reciente encuesta sobre la transición, el 81% de los serbios aseguran que la mejor época de su vida fue bajo el histórico líder yugoslavo Tito, fallecido en 1980. Un 6% menciona la década con Milosevic al frente (1989-2000), mientras que apenas un 10% dice que los últimos diez años han sido los mejores de su vida.

"Las reformas y los cambios no han sido ni profundos, ni sustanciales. Casi podría decir que no los ha habido", señaló Milan, un funcionario belgradense de 58 años. "La situación económica es muy mala. En la transición hemos pasado de mal en peor, sobre todo aquellos miles de desafortunados que han perdido sus empleos", dijo.

Los analistas locales destacan que el dinero invertido en Serbia desde el año 2000 no se destinó al fomento de las infraestructuras o la industria, sino más al consumo.

El sueldo medio alcanza sólo los 320 euros mensuales, la tasa de desempleo se acerca al 20% y las cosas tienden a empeorar en por crisis económica, que también ha afectado a Serbia.

Milosevic cayó el 5 de octubre de 2000 bajo la fuerte presión ciudadana, organizada en multitudinarias manifestaciones tras un proceso electoral que el presidente trató de manipular.

El héroe del movimiento popular contra el dictador era el líder opositor Vojislav Kostunica, quien sin embargo nunca pudo traer los cambios esperados cuando estuvo al frente de la Presidencia y del Gobierno en diferentes mandatos, entre 2000 y 2008.

El primer jefe de Gobierno serbio de la era posmilosevic fue el enérgico Zoran Djindjic, quien en junio de 2001 decidió enviar al ex presidente serbio a La Haya, donde el Tribunal Internacional para los Crímenes de Guerra en la antigua Yugoslavia lo iba a juzgar, aunque éste murió en su celda en 2006.

En marzo de 2003, Djindjic cayó víctima de un complot mafioso, al ser asesinado a balazos en el centro de Belgrado, lo que frenó las reformas emprendidas hasta entonces.

Su muerte supuso un duro revés para los reformistas y la pérdida de gran parte del entusiasmo que se había despertado entre los serbios, agotados de una década de guerras y aislamiento internacional a consecuencia de la política nacionalista y agresiva de Milosevic.

Siguieron cinco largo años de arduas disputas internas en las coaliciones lideradas por Kostunica y los fantasmas de una recaída al nacionalismo radical.

Tras la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo, en 2008, Serbia vivió una nueva crisis política, de la que salieron victoriosas las fuerzas proeuropeas y reformistas bajo el nuevo presidente Boris Tadic.

Desde entonces, el país ha podido avanzar en su vía europea, ha arrestado al buscado criminal de guerra Radovan Karadzic y ha mostrado su disposición de ser más activo en la cooperación regional en los Balcanes.

En diciembre del año pasado, con cinco años de retraso al plan inicial de Djindjic, Serbia presentó finalmente su candidatura para la adhesión comunitaria.

A cambio, Bruselas eliminó el régimen de visados para los viajeros serbios, considerado como un paso clave para fomentar los sentimientos proeuropeos en ese país.

No obstante, para avanzar más, Serbia debe todavía capturar y entregar a la Justicia Internacional al prófugo Ratko Mladic, ex comandante militar serbobosnio acusado de genocidio y otros crímenes de guerra en Bosnia.

La UE exige además que Belgrado entable un proceso de diálogo con Kosovo, su antigua provincia, cuya independencia no reconoce.

"Todos hablan de la UE, de que queremos ir a Europa. Pero primero debemos reformar la sociedad y luchar más contra la corrupción", resume Milan las prioridades de muchos serbios.

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