El senador estadounidense Edward Kennedy, último hermano vivo del asesinado ex presidente John F. Kennedy, padece de un tumor cerebral maligno, informaron ayer sus médicos en el hospital de Boston (Massachusetts, noreste), citados en un comunicado.

"Resultados preliminares de una biopsia del cerebro identificaron la causa del ataque (del sábado que obligó a Kennedy a hospitalizarse) como un glioma maligno en el lóbulo parietal izquierdo", informaron los médicos Lee Schwamm y Larry Ronan.

El tratamiento que corresponde es el de radioterapia y quimioterapia, aunque sólo decidirán qué hacer después de hacerle más pruebas, señalaron los doctores, quienes agregaron que Kennedy, de 76 años, se encontraba con "buen ánimo y lleno de energía".

El comunicado indicó que el patriarca del Clan Kennedy, que ostenta el segundo lugar en la permanencia en la Cámara Alta, con 45 años en el ejercicio de ese cargo, debe permanecer unos días más hospitalizado.

La clase política reaccionó de inmediatamente a la noticia con muestras de pesar por un hombre que se ganó la reputación de estar dispuesto a colaborar con políticos de otras ideologías.

El presidente, George W. Bush, lo calificó en un comunicado de apoyo como "un hombre de un coraje tremendo, una fuerza notable y un espíritu poderoso".

Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, dijo a la prensa: "Hablo por todos los republicanos al decir que esta última noticia nos ha causado gran preocupación y tristeza".

El senador Robert Byrd, de 91 años, lloró ayer en el pleno de la Cámara Alta. "Doy gracias a Dios por ti", le dijo a su amigo Kennedy.

"Yo no estaría aquí si no fuera por las batallas que libró Kennedy" en favor de los derechos civiles, dijo ayer en la CNN el senador demócrata, Barack Obama.

John Kerry, que junto con Kennedy representa a Massachusetts en el Senado, recordó ayer que su familia pasó por una historia trágica y que la afrontó como un luchador.