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Una lacra en méxico El 67% de las mujeres han sido víctimas de la violencia de género

"La sangre vertida es innegociable"

  • La histórica sentencia que condena al Estado mexicano por primera vez por el asesinato de mujeres refuerza la lucha de las ONG en un país donde la vida y la dignidad de la población femenina valen poco

Cuando cae el sol, las calles de Ciudad Juárez (1,5 millones de habitantes en la frontera con Estados Unidos y considerada como la más peligrosa del mundo) se quedan prácticamente vacías. "Causa miedo", dice Zulema, de 18 años. Al día hay entre 15 y 20 muertos. Si eres mujer y joven los riesgos aumentan. Puede ser una bala, una desaparición o simplemente una violación. "Ahorita sólo de la escuela a la casa, y no más. Los jóvenes no podemos salir a divertirnos y, si lo hacemos, es bajo riesgo propio", explica a un periodista local.

Sabe de lo que habla. Su hermana favorita, Esmeralda Herrera, desapareció el 28 de octubre de 2001. Tenía 15 años. Su cuerpo se encontró junto a los cadáveres de otras siete chicas en un campo algodonero. Durante ocho años no hubo Justicia. Ahora, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acaba de condenar a México por esos feminicidios. En concreto, la sentencia acusa al Estado de violar "los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal" de Esmeralda, Laura Berenice (17 años) y Claudia Ivette González (de 19), y también de no investigar, discriminar y no permitir el derecho a la Justicia.

La histórica sentencia, que por primera vez reconoce que las muertes se debieron a un patrón de género y que las autoridades miraron para otro lado, obliga al Estado a que reconozca públicamente su culpa, reactive las investigaciones y ponga en marcha garantías para que este tipo de crímenes no se repitan. Además, deberá pagar más de 847.000 dólares por indemnizaciones a las familias.

"Se ha ganado una batalla pero la pelea continúa", explica uno de los abogados del caso, David Peña. "Por delante queda un largo trabajo para que todos los aspectos se cumplan y creo que el Gobierno va a intentar retrasarlo todo y justificarse".

Tras conocerse la sentencia, a mediados de este mes, el Ejecutivo del presidente Felipe Calderón se comprometió a hacer "los esfuerzos necesarios para su cumplimiento" pero también dijo que parte de las medidas exigidas ya están en marcha, algo que las familias no comparten porque la mayoría de los programas existentes no son efectivos.

"La desconfianza en Calderón es absoluta, sobre todo desde que nombró como procurador general de la República a Arturo Chávez Chávez, que no ha sido condenado por la CIDH pero tiene una responsabilidad política (era fiscal general de Chihuahua a finales de los 90 cuando comenzó a saberse de estos crímenes)", indica Norma Ledezma, la coordinadora de Justicia para nuestras Hijas y madre de otra asesinada, Paloma. "A los gobiernos sólo les importa quién tiene la fuerza, no la razón. Ahora, nosotras tenemos las dos y somos más fuertes para seguir luchando".

La vida o la dignidad de una mujer en México vale poco. Diciembre, Aguascalientes: el cadáver de una mujer es encontrado en la calle con un disparo en la nuca y dos mensajes sobre su cuerpo: "por denunciar". Noviembre, Ciudad Juárez: Concepción y Guadalupe, de 14 y 15 años, hijas de un conductor de autobús que violó y mató a cinco mujeres, son torturadas, arrastradas por el suelo y luego asesinadas. Agosto, Tijuana: la modelo Adriana Ruiz es encontrada en un basurero con los dedos cortados y decapitada. Septiembre, Ciudad de México: Alí Desiré, de 24 años, recibe 25 puñaladas por parte de su ex novio, el hermano de un diputado. ¿Crimen organizado? ¿Violencia intrafamiliar? A las ONG les da lo mismo. "Matas a una mujer y no pasa nada, no hay castigo, todo esto se debe a la impunidad", señala Ledezma. "Y encima escuchas que si puso los cuernos a su marido, que por qué andan vestidas así…".

"Hay casos de ajustes de cuentas y también maridos que matan a la esposa y luego tiran el cuerpo y denuncian su desaparición", añade. "Se están disfrazando las cifras para no hablar de feminicidios pero se las mata por ser mujeres y cada vez con más descaro y crueldad". Este año en Ciudad Juárez han sido asesinadas 197 mujeres y hay 150 desaparecidas, algunas desde los años 90.

Justicia para nuestras hijas también tiene constancia de trata de blancas. "Estuve con una superviviente que logramos recuperar, se la llevaron para prostituirla, temblaba de miedo, decía que nadie la podría sacar de todo eso… Y poco después volvió a desaparecer". Y el Centro de Derechos Humanos de Chihuahua denuncia un aumento de las violaciones y agresiones sexuales tras el despliegue del Ejército.

Pero aunque la ciudad fronteriza se ha convertido en un símbolo, la historia se repite en todo el país y, según las últimas cifras oficiales, hay cinco estados mexicanos que este año superaron a Chihuahua en feminicidios. Sólo en el primer semestre de 2009 más de 450 mujeres fueron asesinadas en México y el 67% de las mexicanas sufrieron violencia de género.

"Las mujeres se están volviendo botín de guerra", declaró recientemente la comisionada nacional para prevenir y erradicar este tipo de violencia, Laura Carrera.

Y es que México, como dice su presidente, está en guerra contra el crimen organizado pero también tiene otras batallas abiertas. "La guerra que libramos nosotras es desigual porque no tenemos armas, ni poder político, ni económico, pero no nos vamos a derrumbar, sobre todo ahora que la CIDH nos ha dado aliento", asegura Ledezma. "La sangre de nuestras hijas es innegociable", sentencia.

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