La Cámara de Representantes estadounidenses aprobó ayer una ley presupuestaria que tanto el Senado como la Casa Blanca rechazan y que podría provocar que el Gobierno se quede sin fondos para funcionar a partir de mañana. La mayoría republicana de la Cámara de Representantes añadió dos enmiendas al presupuesto que ya había sido aprobado por el Senado. La primera de ellas, aprobada por 231 votos a favor y 192 en contra, pide que se retrase un año la implementación de la reforma sanitaria propuesta por el presidente Barack Obama. La segunda, aprobada con 248 votos a favor y 174 en contra, eliminaría un impuesto del 2,3% impuesto a fabricantes de aparatos médicos para recaudar fondos para financiar el sistema sanitario.

Tanto la Casa Blanca como la mayoría demócrata del Senado habían advertido previamente que votarían contra una propuesta de presupuesto republicana que socave la reforma sanitaria. "Los republicanos de la Cámara [de Representantes] están empujando al Gobierno a un cierre", indicó la oficina encargada del presupuesto de Obama. "La Cámara propone enmiendas que fomentan una agenda ideológica estrecha y amenazan la economía del país", añadió la misma fuente.

El líder demócrata de la mayoría del Senado estadounidense, Harry Reid, había asegurado por su parte que la Cámara Alta rechazará la última propuesta presupuestaria republicana de la Cámara de Representantes, cuyo manejo tildó de "anarquista". "El Senado rechazará cualquier intento de forzar cambios en la legislación del seguro de salud por medio de regulaciones de la financiación o de [la negociación] del techo de deuda", advirtió Reid.

"La población estadounidense no será exhortada por los anarquistas del Tea Party", aseguró, en alusión al ala republicana que niega dar su aprobación al presupuesto pendiente para forzar a la Administración de Obama a replantearse su reforma del sistema de salud.

El viernes pasado, el Senado dominado por los demócratas de Obama había aprobado un presupuesto provisorio que no prevé recortes en la reforma de salud. El presupuesto tiene que ser aprobado por las dos cámaras del Congreso antes de la medianoche de hoy (04:00 GMT del martes). Si no se logra un acuerdo, el Gobierno se quedaría el martes sin fondos para funcionar y tendrían que cerrar algunas administraciones y museos. En Estados Unidos el año presupuestario comienza el 1 de octubre.

Por su parte, el presidente de la Cámara Baja de EEUU, el republicano John Boehner, urgió ayer al Senado a reunirse este mismo domingo para actuar sobre el presupuesto antes de que sea demasiado tarde para impedir un cierre parcial del Gobierno federal.

"La Cámara Baja trabajó hasta muy tarde la noche del sábado para evitar un cierre del Gobierno, y el Senado debe actuar rápidamente, hoy, para hacer lo mismo", afirmó Boehner en un comunicado. "Si el Senado se paraliza hasta la tarde del lunes en vez de trabajar hoy, sería un acto de arrogancia flagrante por parte de los líderes demócratas del Senado. Estarían llevando deliberadamente al país al borde del cierre por (...) respaldar el desastre que es la reforma sanitaria del presidente Barack Obama", sentenció el jefe de filas republicano en la Cámara de Representantes.