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Las protestas se intensifican en Hong Kong con decenas de heridos y detenidos

  • Una orden judicial autoriza el desalojo del principal campamento de manifestantes. El movimiento pro democracia vive su noche más tensa con acciones contra sedes gubernamentales.

Las protestas pro democracia en Hong Kong mostraron ayer su lado más violento tras una noche de enfrentamientos en la que medio centenar de personas fueron detenidas y 40 resultaron heridas, mientras una orden judicial autorizó el desalojo del campamento principal de los manifestantes.

El movimiento de desobediencia civil, que trató de intensificar la madrugada del lunes su campaña cercando edificios gubernamentales ubicados en el distrito central de Admiralty, sufrió ayer un nuevo revés judicial.

El mandato judicial autoriza el desalojo de buena parte de la zona ocupada en el distrito de Admiralty, donde más de 2.000 tiendas de campaña permanecen en las calles. Al afectar a parte de las vías donde se asientan los manifestantes, el auto supone una amenaza para la continuidad de las protestas y obedece a una demanda interpuesta por una empresa de transporte escolar afectada por los cortes en las carreteras.

La semana pasada, acatando otra orden del Tribunal Superior de Justicia de Hong Kong, Policía y funcionarios judiciales pusieron fin a los 60 días del asentamiento del barrio de Mong Kok.

El auto judicial llegó horas después de que Hong Kong viviera una de las noches más tensas entre manifestantes y Policía desde el inicio de las protestas hace 65 días. Miles de manifestantes fueron convocados la noche del domingo por las organizaciones líderes de facto del movimiento, Scholarism y la Federación de Estudiantes, que pidieron a los congregados que vinieran provistos de artículos de protección, como mascarillas, cascos y paraguas para aumentar sus protestas, dirigidas hacia las dependencias gubernamentales.

Durante más de 12 horas cientos de policías y manifestantes se enfrascaron en duros enfrentamientos. La Policía hizo uso de nuevo de gas pimienta, chorros de agua y porras para contener a los cientos de manifestantes que empujaron las barreras policiales. Imágenes de lo acontecido durante la noche mostraron a decenas de manifestantes reducidos por los agentes, así como a policías cargando con porras contra los concentrados.

A través de un comunicado, la oficina del Gobierno acusó a los manifestantes de atentar contra las fuerzas de seguridad arrojándoles botellas de agua, cascos y pimienta en polvo. Las refriegas dejaron una cuarentena de heridos.

Cuarenta personas fueron detenidas en el distrito de Admiralty y otra docena más en Mong Kok, donde el domingo volvieron a producirse careos con la Policía, cuatro días después de que una operación policial desalojara el campamento de protestas de la zona.

Ayer, las oficinas del Gobierno próximas al lugar de las protestas y el Parlamento permanecieron cerradas durante media jornada. Por su parte, el jefe de Gobierno, Leung Chun-ying, defendió la actuación policial, a la vez que instó a los manifestantes a que desistan en sus protestas porque "a partir de ahora, la Policía hará cumplir la ley sin dudarlo", dijo.

Alex Chow, líder de la Federación de Estudiantes, desoyó las advertencias pidiendo a más gente que se sume a las protestas y subrayó que la represión policial ejercida ayer estuvo fuera de control.

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