El presidente de EEUU, Donald Trump, llamó ayer a su homólogo palestino, Mahmud Abbas, para comunicarle su intención de trasladar la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, informó ayer el portavoz presidencial palestino, Nabil Abu Rudeina.

Trump también tenía previsto hablar ayer con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el rey Abdalá II de Jordania, según fuentes de la Casa Blanca.

Varios medios estadounidenses han asegurado que Trump pronunciará hoy un discurso para reconocer a Jerusalén como capital de Israel, aunque este extremo no fue confirmado por Washington.

Abu Rudeina dijo que Abbas advirtió del peligro de trasladar la legación diplomática sobre el proceso de paz, la seguridad y la estabilidad en la región y el mundo.

"El presidente reafirma nuestra firme posición de que no hay ningún Estado palestino sin Jerusalén Oriental como su capital, de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacional y a la iniciativa de paz árabe", comunicó. "El presidente (Abbas) continuará sus contactos con líderes mundiales para evitar esa acción inaceptable", añadió el portavoz.

El pasado fin de semana, Abbas habló con los líderes de Egipto, Jordania, Qatar y Francia después de que fuentes en Washington anunciaran que Trump sopesa reconocer Jerusalén como capital de Israel, lo que rompería el consenso internacional y la posición histórica de EEUU de mantener el statu quo en la ciudad hasta que israelíes y palestinos acuerden la paz.

Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado, está ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días, de 1967, y fue anexionada en 1980 en una decisión unilateral israelí que no reconoció la comunidad internacional. Hoy, ningún país tiene su Embajada en Jerusalén y el traslado de la sede diplomática estadounidense se entendería como el reconocimiento de la soberanía israelí sobre toda la ciudad, incluida la parte ocupada.